lunes, 17 de mayo de 2010

Azul y la Novia del Rockero - Parte II

HOY: La Novia del Rockero vs. La Acosadora del Rockero

Lo que voy a exponer a continuación es Ley Universal: siempre que exista un pelotudo con un corte de pelo raro que toque un charango en una banducha de rock (en adelante, el Rockero) que tenga una relación amorosa más o menos estable con una mujer (en adelante, la entrañable Novia del Rockero), existirá sin excepción un gato barato que acosará sexualmente al rockero, con o sin éxito alguno (en adelante, la Acosadora del Rockero), atormentando así la vida del propio Rockero y de su Novia. Sí, señores. Esto es algo así como el Kybalión del Rock, uno de los principios o verdades universales como quien dijo alguna vez: "Como es arriba, es abajo; como es abajo, es arriba". Esto es así y así será hasta el final de los tiempos cósmicos.

Lo dicho anteriormente podría hacer suponer un leve paralelismo con la trilogía: Hombre Bobo - Minita Común - Serpiente de Cascabel (ver: Azul y el Hombre Bobo). Pero no. Esto es algo un tanto diferente. Aquí no hay ganadores ni perdedores; superiores ni inferiores. Los tres se encontrarán de por vida en el mismo escalón de la pirámide, ya que los tres cumplirán un papel igualmente patético.

Vamos a explayarnos un poco más al respecto:

El Rockero se hace dedicadamente su brushing gatuno, se calza sus pantaloncetes cool, su campera de cuero apolillada comprada en una feria americana, se mira al espejo y, orgulloso de su peluca rockera, se dispone a salir a tocar. La Novia del Rockero puteará en su fuero interno cada vez que esto ocurra porque sabe que debajo del escenario, a tan solo unos metros, se encontrará ella, gata y radiante como siempre: la Acosadora del Rockero. La Acosadora del Rockero podría pasar por una simple groupie de la banda, pero NO. Ella es mucho más que eso porque lo que realmente le obsesiona no es la banda en cuestión sino el Rockero mismo, y es por eso que irá más allá y traspasará todos los límites que la separan de él. Inexplicablemente, la Acosadora del Rockero sabrá completamente todo acerca de la vida del Rockero y tendrá a su alcance todos los medios tecnológicos disponibles para atacarlo: su número de celular y de teléfono fijo, su dirección de mail personal y laboral, lo tendrá como amigo en Facebook (quizá desde antes que su propia Novia) y hasta sabrá dónde el Rockero vive y qué lugares frecuenta. Con todas estas herramientas a su favor, la Acosadora ya estará lista para llevar a cabo su plan: el acoso sexual desesperado, obsesivo e impune, a pesar de tener conocimiento de la insignificante existencia de su contrincante y gran rival: la Novia del Rockero.

La Acosadora del Rockero suele ser un gato barato de barrio, con una melena felina teñida de vivos colores, labios carnosos, tetas prominentes y culo monumental. No será extraño que cuente con algunos kilos de más, y que varias partes de su cuerpo estén ligeramente cubiertas por tejido adiposo. A pesar de ello, la Acosadora del Rockero estará siempre impecablemente lookeada como una vedetonga cumbianchera. Infaltables las calzas de animal print insertadas a presión entre los cachetes de su culo fofón y flácido, las botas de taco altísimo acharoladas, las pestañas con exceso de rimel, el lápiz labial fluorescente y la bijouterie (aros colgantes y decenas de pulseras y anillos) adquirida en La Salada. La Acosadora, en su intento desesperado por captar la atención del Rockero, arrebatárselo a su Novia, arrinconarlo contra una pared descascarada y abusar de él sexualmente repetidas veces, terminará pareciendo algo muy similar a un árbol de Navidad cachivachesco que rozará lo vulgar y lo desagradable. Pero esto de ninguna manera le importa ya que ni siquiera se percatará de ello. Por el contrario, la Acosadora del Rockero creerá que es una verdadera bomba sexual, una potra salvaje que por siempre sobresaldrá entre la multitud, en especial cuando se encuentre al lado de la Novia del Rockero, que la mirará con odio y asco escondida dentro de sus jeans y sus zapatillas.

Para el Rockero, la Acosadora constituirá un componente esencial en su vida rockera: por siempre ella será "su fan" (a la banda no la conoce ni Magoya, pero el tipo está convencidísimo de que tienen "fans") y su más fiel admiradora; será ella, y de más está decirlo, quien agrande su ego rockero al máximo y lo haga sentirse como el mismísimo Mick Jagger. Pero es muy importante que aclaremos que el Rockero jamás de los jamases accederá a conceder los deseos libidinales y calientes de la Acosadora, no por estar en pareja con su Novia -claramente-, sino porque es totalmente conciente de que la Acosadora es un desastre estético de otra dimensión, un sujeto anti-erotizante al cual jamás tocaría ni con guantes de amianto.

Ahora bien, para la Novia del Rockero, en cambio, la Acosadora constituirá el objeto de su furia y de su ira patológica. Será su potencial víctima mortal y la protagonista de sus fantasías asesinas, en las cuales la visualizará tirada en el suelo, cubierta de sangre, y se verá a ella misma con una careta de payaso y una cuchilla de carnicero en la mano, la cual habrá sido clavada reiteradas veces sobre el abdomen y las tetas de macaco de la Acosadora. La Novia del Rockero es conciente de su enfermedad mental y esto no le preocupa en absoluto. Al contrario: sus fantasías criminales serán día tras día más fervientes -acrecentándose a medida que la persecución obsesiva de la Acosadora avance- e incluso ideará otros métodos de matanza cruel como Plan B -en caso de que el de la cuchilla llegará a fallarle- como ser: cortarla en varios pedazos con una sierra eléctrica, introducir un caño o picana por su orificio rectal o empalarla y verla agonizar mientras disfruta de un banquete, entre muchas otras alternativas igualmente enfermas y psicóticas.
Es muy simple, aunque bien cruel decirlo: la Novia del Rockero no se conformaría simplemente con golpear violentamente a la Acosadora. NO. La Novia del Rockero no ve la hora de asesinarla feroz y salvajemente, momento tras el cual quizá quiera darse un relajante baño de inmersión en su sangre cual Erzsébeth Báthory, o bien escribir con ella "CHUPAMELÁ, PUTA" en el espejo, mientras su rostro va adquiriendo lentamente la expresión psicópata de Jack Torrance en “El Resplandor”.

A la Acosadora del Rockero nada de esto le importa. Nada, absolutamente nada se interpondrá en su interminable camino plagado de acosos y persecuciones arrastradizas. Ella ama jugar este jueguito y, a pesar de su patético papel, jamás renunciará a él.

A su vez, el Rockero gozará con todo su pseudo-rockero ser esta guerra enfermiza y tácitamente sangrienta entre su Novia y la Acosadora. Es decir, bajo ninguna circunstancia hará nada para apaciguar o frenar la tensa situación, a pesar de que ya tiene los huevos al plato de las indirectas (y no tan indirectas) pornográficas que la Acosadora le manda vía mensaje privado en Facebook, y de los gritos ensordecedores de su Novia para que le ponga de una buena y puta vez los puntos a "esa prostituta de outlet".

La Acosadora podría, por ejemplo, enviarle al Rockero un mensaje como el siguiente, con la ilusión (por demás ilusa) de que él, quizá en medio de una crisis sexual con su Novia, pique su oxidado anzuelo:

"Hola, bonito. Jiji. Qué lindo te quedaba ese pantaloncito. Jiji. Mua, Mua, Mua. Nos vemos prontito, lindo. MUA."

Si la Novia del Rockero llegase a leer de imprevisto alguno de sus mensajes inocentes pero cargados de un sutil contenido sexual, podría, por ejemplo, hacerle un planteo al Rockero como el siguiente:

"Esta pendeja hija de re mil puta ya me está rompiendo las pelotas. Me está faltando el respeto...LA PUTA MADRE...PONELE LOS PUNTOS, MAN. NO SABE QUE TENÉS NOVIA? QUÉ SE COMIÓ ESTA PUTITA DE DÉCIMA? ME ESTÁ SUBESTIMANDO? ME CREE TAN POCA COSA QUE ESTÁ TAN CONVENCIDA DE QUE ME VA A PASAR POR ENCIMA??!! VOS NO LE DARÁS PIE, NO? DECILE ALGO!!! DECILE ALGO, LA PUTA QUE TE PARIÓ, O TE CAGO A CUCHILLAZOS A VOS Y A ELLA Y DESPUÉS ME HAGO UN DAIKIRI CON LA MATERIA LINFÁTICA DE LOS DOS!", dice, aumentando paulatinamente su tono de voz, como bien habrán podido deducir, mientras se acerca despacito al cajón de los cubiertos. Su -débil- petitorio será inútil y sus deseos jamás serán concedidos por el Rockero.

Ante este planteo histérico el Rockero simplemente responderá, abriendo lo brazos como un pastor y entrecerrando sus ojos de pajerito: "Es una faaaaannn, amor...U-NA FAN...nada más...me ve como algo inalcanzable, y bueno...entendela...pero vos sabés que nunca va a tener nada conmigo...yo soy tuyo, mi vida.", dice guiñando un ojo y sonriendo tétricamente como un seductor. Cerrado el discurso con esta frase típica de galán berreta, la Novia del Rockero se morderá los labios, esbozará una sonrisita tontona y le dirá: "Bueni, pero me da bronquis...". Dicho esto, rodeará con su brazos a su Novio Rockero y le dará un besito de nena boba, siempre pensando en cómo gozaría aún más este meloso momento si la Acosadora estuviera allí para contemplarlos.

Todo esto alimenta la autoestima del Rockero y las ganas de joder de la Acosadora, quien adora perseguir al Rockero y perturbar y desestabilizar mentalmente a su pobre y sufrida Novia. Incluso llegará un punto en el cual el objeto del acoso por parte de la Acosadora dejará de ser el Rockero mismo y pasará a ser directamente su Novia: cuanto más al borde ésta esté de la locura demencial, más feliz será la Acosadora.

En general, la característica frecuente (y diría yo, permanente) en el seno de una situación de esta índole será el despelote conyugal entre el Rockero y su Novia, y la sonrisa y la trompita misteriosamente satisfechas de la Acosadora. Sea como sea, vuelvo a insistir con lo mismo: donde haya un Rockero, por más mediocre que sea, habrá una Acosadora obsesiva de segunda selección. Y cuando exista entre ambos la Novia del Rockero, habrá una loca desquiciada con una mente insana, y un fuerte y marcado instinto asesino serial.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Muy divertido tu blog!!
Entré de casualidad al leer los comentarios en un post del Bobero. Coincido en tus análisis sobre algunos especímenes urbanos.
De paso te invito a chusmear en mi blog:
www.digitalayatollah.blogspot.com

Saludos y voy a seguir leyendo tus posts.
Armando.

Anónimo dijo...

Por que no ponés una foto tuya¡¡¡¡¡¡¡

El que prejuzga sera prejuzgado y yo lo quiero hacer contigo

Anda o describite a ti misma,ya que eres alguien conoce a las personas y sus manias

Has de ser una gorda juzga todo

Pone una foto gorda¡¡¡¡¡¡¡

Azul dijo...

Anónimo:
Por qué no ponés tu nombre?
ERROR.
Peso 45 escasos kilos.
Gracias por el comentario.
Te mando un saludo y seguí visitándome!
Proximamente: Azul y los Pelotudos que cuando leen algo que no les gusta piensan que sos una gorda.

Anónimo dijo...

Impecable. No esperaba menos.
En la próxima vida, te quiero hombre. Prometo ser igual de enferma mental que vos.
Yo ya hice la elección: me quedo con azul,sin duda alguna. Y si fuera él, también.
Porque en definitiva, siempre gana LA NOVIA DEL ROCKERO.