jueves, 17 de diciembre de 2009

Especímenes varios que odio con todo mi enfermito ser - Parte II

Hoy: especímenes en la vía pública o móvil

1) Los cabezas que escuchan hip hop o reggaetón a todo volumen por el celular. Y si se ponen a mover el orto...PEOR: saco mi navaja y me convierto en un peligrosísimo asesino serial. Están avisados.
2) Las adolescentes vírgenes y culonas que hablan a los gritos y emiten alaridos y risitas histéricas.
3) Las parejitas de adolescentes cachondos haciéndose "mimitos". A estos vamos a analizarlos un poquito más:
Él: la mira con cara de idiota...tooodo el tiempo; Ella: le hace ojitos, pestañeos y pucheritos permanentemente...besito va, besito viene, piquito de allá, chuponcito de acá. En general, los pibes usualmente no son tan feos pero ellas suelen tener mucho acné o bien un culo herméticamente encerrado a presión en un jean clarito marca Chicolo, y casi siempre tienen un corte de pelo noventoso.
Van abrazaditos durante todo el puto trayecto, cuando están en el tren o subte, por ejemplo. Él con carpuza le baja la mano hasta rozar su orto celulítico, o bien la apoya constantemente. Ella no se opone, al contrario: se calienta.
Honestamente, no entiendo cómo le hacen para mantener esa llama ardiente durante todo el maldito día, y más aún si son las 8 de la mañana. Que alquien me explique este fenómeno, porque sinceramente no lo entiendo.
De todas formas, ella terminará siendo cornuda. Y él muchas veces también. Y más tarde, cuando se peleen y la relación púber haya llegado a su fin, repitirán el ritual pseudo pornográfico con la nueva pareja.
ASCO.
4) Los pelotudos que te hacen ojitos y no te sacan la vista de encima...hijos de puta...la calle o el transporte público no son clubes de levante...no me voy a fijar en vos en el tren! jamás me vas a sacar el teléfono en este carro inundado con olor a meo rancio de linyera leproso! salgan a la calle, por el amor de Adrián Dárgelos! CÓMPRENSE UNA PUTA VIDA!!! FORROS...
5) Los pelotudos sub 23 que hablan por celular a los gritos, para que todos los allí presentes se enteren del mega plan que tienen para el fin de semana: "síii, boludooo, a full! fiesta en tu casaaa! seee! comprá un cajón de birra! y un par de fernets, a fuuulll! y seee, obviooo, decile a Mery y a Coti y a Lali que vayan, boluuudooo...me trabajan los ratones a fuuullll...". I-DIO-TAS.
Nota: el "me trabajan los ratones a full" formó parte de una conversación real que escuché en el tren. Sí: es un caso verídico. Y por supuesto que el boludo se bajó en Martínez...
6) Las forras que se suben con un pedejo de 5 años a upa para que les den el asiento: tu pendejo sabe caminar y mantiene el equilibrio perfectamente, hija de re mil puta. Ni en pedo te voy a dar mi asiento...tomate un taxi, haceme el favor...estúpida...
7) Las empleadas domésticas altiplánicas que se suben al tren o bondi a los empujones para alcanzar, a través de los coletazos generados con su orto monumental, un asiento. Viajá parada como todo el resto, la puta que te parió...
8) Los grupos de universitarios que no paran de hablar de la "facu": "ay, sí, porque el profe de Contabilidad es re buena onda!" "uhhh, tenemos parcial con Garchotti...ese nos va a romper el culo!" "ya empezaste a estudiar para el parcial de Marketing?" "cómo vas con el Té Pé de Psicología del Consumo?". Idiotas. Idiotas, idiotas.

Eso es todo.
Hasta la próxima.

viernes, 27 de noviembre de 2009

Azul y el Brit Pop

Verdades verdaderas: las bandas de Brit Pop post-90 SALEN TODAS IGUALES EN LAS FOTOS.

Así es.
Toda bandita de Brit Pop contará con una foto en blanco y negro o en colores más bien claros y fríos, en la cual sus 3, 4 o 5 integrantes, en una especie de primer plano, estarán mirando a la cámara fijamente, con sus ojos celestes bien abiertos y caras serias (casi enojados) y de imbéciles, como un niño que mira hipnotizado los dibujitos del Animé Japonés. Siempre habrá uno o dos que mirarán para otro lado (para arriba, de reojito para un costado, etc.), para crear esa sensación de desprolijidad y rebeldía English Style en la escena.
Infaltable el look típico de chico bueno devenido a rockstar rebelde y drogadicto, que en líneas generales se constituye de la siguiente manera: corte de pelo casquito con flequillito brit, camisita, camperita o saco de sastería o trench, corbatita, sweater escote en V tipo Nerd, etc. Ese look con el cual, inexplicablemente, se levantan a top models o minas infartantes, aunque uno no logre comprender del todo el por qué.
En muchos casos, las bandas de Brit Pop contarán también con una foto con los integrantes de cuerpo entero, y la misma expresión idiota en el rostro, apoyados sobre una pared hecha pija, de ladrillos o similar, evocando la idea de que están en un callejón típico de suburbio londinense, o bien parados o sentados sobre una escalerita de pórtico inglés.
Si no me creen, busquen en el Google.
Veamos algunos ejemplos:






Y hay más...googleen...
Esto es muy fuerte.

jueves, 19 de noviembre de 2009

Azul y la Juventud Zona Norteña - Parte I

"This place is so lame, all these girls look the same
All these guys have no game, I wish I would have stayed
In my bed back at home watching TV alone
Where I'd put on some porn or have sex on the phone
Far from people I hate down, from anywhere state..."
(BLINK 182 - The Party Song)

La Zona Norte del Gran Buenos Aires constituye un inframundo constituido por una extensa variedad de especímenes bastante particulares y, en la mayoría de las veces, por de más irritantes.

Caracterizar de una al personaje zona norteño Sub-28 no es una tarea sencilla, ya que el mismo es muy abarcativo. Por eso, y para un mejor entendimiento de estos seres, es conveniente analizarlos desde el punto de vista de una determinada situación en particular.

Hoy hablaremos de la actividad ociosa por excelencia entre los púberes y no tan púberes que residen al norte de la General Paz: las fiestas en casas.

Contrariamente a lo que se suele pensar, la Zona Norte no ofrece demasiadas alternativas de esparcimiento nocturno para los adolescentes de entre 14 y 28 años. Hay, diríamos, un solo bar en Tigre, algunos otros en San Isidro y Martínez (no muchos) y un par más en Olivos. Punto. De hecho, los que valen la pena suelen ser asquerosamente caros y los más económicos serán una berreteada infernal, donde los tragos estarán preparados con vodka Peters y Mocoretá de naranja, el Gancia Batido será hecho con Minerva o gaseosa de lima-limón, y en general nunca sabrán cómo carajo hacer una caipirinha ni mucho menos un mojito.
En lo que a boliches respecta, el abanico de posibilidades es estrechísimo: existe un único recinto gatero en Olivos (Sunset, se sobreentiende), cuya entrada posee un valor excesivo y el ambiente es denigrante, como ya describiremos oportunamente; y luego ya debemos mencionar a las tradicionales bailantas ubicadas sobre rutas y autopistas, que por supuesto ni entran en consideración. Punto.

Por eso, y porque para el espécimen zona norteño la Capital Federal significa una dimensión lejana y desconocida, no es extraño que los jóvenes de clase media o media alta se vean obligados a realizar fiestas descontroladas en casas de algún particular cuyos padres se fueron a Punta del Este, Estados Unidos o Europa, cual fiesta de comedia adolescente yankee. En muchos casos, este tipo de fiestas también pueden llevarse a cabo en clubes deportivos de la zona, pero igualmente estamos hablando de lo mismo, ya que las características en uno u otro lugar serán siempre las mismas.

Estas fiestas, sea cual sea la casa, club o localidad en los que se realicen, reúnen características muy puntuales que se repiten una y otra vez y a pesar del paso de los años, y deberán seguir haciéndolo ya que sin estas señas particulares la fiesta no sería, en efecto, una fiesta típica de Zona Norte.

La concurrencia suele ser variada, pero siempre reúne las siguientes cualidades:

* BANDO FEMENINO:
- "Chicas Bien" rubias, de pelo larguísimo y lacio o levemente ondulado, anoréxicas en muchos casos, con escasa masa encefálica y con importantísimos problemas para pronunciar la letra "S" en español clásico (en dialecto sanisidrense, la "S" se pronuncia "SH", por ejemplo: "shí, vishtesh!", "ay, bashta!", "shalí, shosh un eshtúpido...", "deshile a Shantiago que nosh deje pashar, plish.", etc.). Estas chicas suelen tener apodos diversos, como ser: Cata, Loli, Lula, Gachi, Pipi, Tiqui, Lali, entre otros inventos bisilábicos y casi siempre con la letra "I" presente.
- "Chicas Bien" rebeldonas que han adoptado falsamente un look hippie o bien rockero. Las rockeras serán fanáticas de Cerati y, para mi gran disgusto, de Babasónicos (aunque el único tema del cual sabrán la letra completa será de "Putita"). De todas maneras, cabe destacar que la rockerita sanisidrense contará entre su discografía con todos los discos de Ricarcho Arjona, de "Quique" Iglesias, de Shakira y, desde hace algunos años, de Calle 13.
- Jugadoras de hockey petaconas y con piernas de maseta, culo de camionero y su pelo descuidado atado en una colita que cae perpendicular a la nunca cual Daniel Agostini.
- Alguna que otra paracaidista que concurrió a la fiesta con la única intención de robarle un porro de flores prensadas a algún hippie y analizar la resaca social reinante a su alrededor (...).
- Etc.

* BANDO MASCULINO:
- Los rugbiers en estas fiestas son INFALTABLES: una fiesta sin rugbiers es claramente una fiesta en Zona Sur. En Zona Norte el rugbier es fundamental. Es el personaje folklórico por excelencia. Y reúne, como seguro ya todos saben, las siguientes particularidades:
De la vestimenta creo que ya hablamos, pero les hago un refresh mental: pantalón pinzado, zapatos náuticos, chomba o camisa metida adentro, de marcas tales como Kevingston (mínimo), Legacy, Polo o similar, aunque los de menores recursos económicos deberán optar por una prenda de Rever Pass. En cuanto a las señas físicas, veremos que todos, absolutamente todos, lucirán el mismo corte de pelo (no sé cómo explicarles cómo es...es corte de pelo rugbier...feo...). Por otro lado, el culo de estos chicos será regordete y parecerá como si una prensa les hubiese aplastado los glúteos perpendicularmente al piso, dando como resultado el peor exponente de culo masculino en el universo. Estos muchachos siempre serán vistos con un cigarrillo de tabaco en la mano y una lata o vaso de cerveza en la otra. Algunos, los más temerarios, solerán beber Fernet o vodka con Speed (el Red Bull les producirá ataque al hígado, náuseas o directamente vómitos que serán depositados cuidadosamente en el piso de la casa, en los alrededores del inodoro o sobre la alfombra que la abuela aristócrata trajo de Marruecos a los padres del anfitrión.).
Por supuesto que el objetivo de los rugbiers será, además de descontrolar "a full", levantarse minitas, a las que intentarán seducir con frases pronunciadas torpemente y con dificultad (consecuencia de la escasa cantidad de neuronas presentes en su incipiente cerebro machacado, agravado por el consumo de alcohol) y muy poco contenido ideológico de apareamiento.
De más está decir que serán éstos los responsables de cualquier pelea de mano que se lleve a cabo en el lugar, cuyo motivo será de muy variada índole pero constituirá generalmente una estupidez.
- Los hippies fallutos, de los cuales ya hablamos. Sí, sí, de esos que hablan de Karl Marx con la papa en la boca. Esos mismos.
- Alguno que otro boludo que se hace el punk sólo porque viste una remera o buzo canguro y un pantalón Extra Large de DC, porque calza unas Vans, tiene un piercing en la ceja o en la lengua, un tatuaje de un dragoncito en el tobillo, y porque de vez en cuando se pasea por las calles de Béccar montado en una skate que se compró en el Sawgrass de Miami. Estos intentos de punks serán fanáticos de Sum 41, Simple Plan o Good Charlotte y en la mayoría de los casos jamás sabrán quién es Johnny Rotten ni mucho menos Ricky Espinosa.
- Podremos encontrar también algunos surfers que lucirán atuendos típicos de la Costa Oeste Norteamericana, de marcas tales como Rip Curl, Quicksilver o Billabong, y cuya cabeza estará siempre cubierta con rastas o cabello rubio enmarañado, severamente desteñido por el sol y dañado por el agua contaminada del río.
- Chetitos comunes sin señas características ni personalidad definida. Simplemente, Chicos Bien a los que les encanta la joda, las minas y el descontrol...bueh...
- Etc.

En todos los casos, estos chetitos - tanto hombres como mujeres - podrán ser divididos en tres categorías:
1. Hijos de empresarios o profesionales con una excelente y real posición económica, que han viajado por el mundo, han concurrido a colegios caros y tradicionales de la zona y que viven en los barrios más caros del área, como Las Lomas de San Isidro, La Horqueta, El Bajo u otros.
2. Chicos de familia con apellidos dobles y tradicionales desde épocas de la colonia, pero que hoy en día sólo conservan precisamente eso: el apellido compuesto y quizá alguna mansión antigua, legado de sus ancestros, la cual hoy luce desmejorada por la falta de mantenimiento, ya que en muchísimos casos esta gente ha agotado casi por completo la fortuna familar ancestral. Pero como en Zona Norte el apellido es lo que cuenta, esto será suficiente para no perder la clase ni en el estilo ni la papa en la boca jamás.
3. Chicos de familias de clase media estándar que por vivir en Zona Norte ya se consideran parte de la alta sociedad mencionada anteriormente, aunque la realidad económica y social de sus familias difiera de manera radical con la de los dos primeros.

Debemos decir también que en estas fiestas el número de ebrios presentes será inversamente proporcional al consumo real de alcohol. Esto se explica porque el personaje zona norteño es un mal bebedor que toma poco pero arruina mucho. No me pregunten por qué, pero es así. El escaso consumo de material etílico provocará, a pesar de todo, gritos eufóricos, saludos y abrazos con desconocidos, individuos inconcientes y auto vomitados en los rincones, danzas torpes y ridículas, conversaciones sin sentido, entre otras conductas patéticas y preocupantes.

En cuanto a la música, sonará por siempre la cumbia y el reggaeton. Sí. Esos géneros, créase o no. Si de todas formas nos acercásemos y le preguntásemos a una chica o chico si les gusta la cumbia, la respuesta será siempre la misma (y esto es así desde que yo tenía 13 años): "aaayyy, nooo, ni a palooosss...pero para cagarme de risa en fiestas cuando estás re en pedo es lo más...". Juro que todavía no logro entender esto. En absoluto. Me encantaría poder bailar borracha una cumbia para cagarme de risa, pero doy fe de que aunque hace años que lo vengo intentando, y pongo la mejor voluntad, jamás pude. La verdad, los admiro. Qué hazañosos.
También sonarán descolgadamente temas poperos de Madonna o Britney Spears y más tarde reggae, para ir bajando los decibeles cuando las agujas del reloj estén próximas a marcar las 6 de la mañana.

Durante el ágape, se observarán varias parejas eventuales, quizá formadas segundos atrás, "chapando" con lengua y desesperación contra columnas, puertas, o bien tirados en sillones. Los muchachos que lograron llevar a la chica al sillón, intentarán disimuladamente mandar mano por el orto, por las tetas o por qué no por otro lugar. Ellas, avergonzadas, intentarán sacarles la manito con carpa. Pasada la extensa chapada babosa, y mientras restos de saliva ajena yacen a los costados de los labios de ambos, se pasarán sus números de celular o sus mails para agregarse a primera hora del día siguiente al MSN.
En este punto, he aquí una aclaración:
- Si al chico no le convenció mucho la chica (porque en realidad "es gorda/fea pero yo estaba re caliente y pintó esa mina" o bien "tranza mal" o se "re ortivó" con sus manos traviesas, entre otras cosas), éste jamás la llamará ni la agregará al Messenger. Y si se la cruza en el futuro en otra fiesta en casa o en algún bar pedorro de la zona, ni siquiera la saludará.
- Si la pareja ha logrado continuar el contacto posteriormente a la fiesta, tendrán relaciones sexuales pasados los 3 o 4 meses. Casi sin excepción. Caso contrario, las chicas más "fáciles" serán irremediablemente catalogadas de por vida de putas o "perras" entre los amigos del colegio o club del chico. Y, claro está, ninguna Chica Bien querrá esto, bajo ninguna circunstancia, porque "te re quemás mal".

Volviendo al tema de la incipiente liberación libidinal reinante, cabe destacar que en todo congestionamiento de gente, las apoyadas serán inevitables. Es prácticamente imposible pasar entre un enjambre de personas sin ser apoyada, por lo general por un rugbier. Si una mira para atrás, verá a un gordito con cara de imbécil riendo entre dientes, mientras los amigos le festejarán con disimulo la joda al muchacho. En estos casos, se recomienda interceptar al obesito y decir, con seguridad: "realmente admiro que con esa pequeñez te dé la cara para apoyarme...qué triste..." o frases similares. Los amigos del pajero en cuestión estallarán en carcajadas bobas y el regordete querrá convertirse en avestruz para esconder su cabeza de pija dentro de la tierra.

Para concluir, debemos mencionar otra de las características particulares de estos eventos: en general, el anfitrión avisará de la fiesta a sus amigos más cercanos, quienes estarán autorizados a invitar a otros amigos, y éstos a sus propios amigos, y a amigos de amigos de amigos, resultando así en una casa atestada de gente que ni se conoce, excediendo la capacidad real de espacio. Es por eso que no es extraño que en muchas de estas fiestas encontremos en la puerta cantidades industriales de adolescentes ebrios matándose entre ellos por entrar, tratando de trepar rejas y portones. En otras áreas del país, estos suele pasar únicamente en boliches top o con onda. En Zona Norte no. En Zona Norte esto sucede únicamente en una fiesta en una casa. Sí, así como lo leen.

Esto fue una descripción a grosso modo de este tipo de fiestas. Es probable que luego de lo expuesto anteriormente nadie se muera realmente por asistir a una fiesta en una casa en Zona Norte. Aún así, y con una mano sobre mi oscuro corazón, lo recomiendo altamente. Puede llegar a ser por de más interesante. Pueden llegar a observarse cosas curiosísimas para analizar con detenimiento y profundidad. En serio. Puede llegar a ser muy gracioso.

Al que le interese, en cuanto tenga la data de que una tal "Tiqui" hace una "alta fiesta" en su súper casa del bajo de Shan Ishider, son bienvenidos a chiflarme y con gusto les pasaré la información detallada a la brevedad posible, incluyendo un plano para que puedan llegar sin mayores inconvenientes a la sede doméstica del evento.

Nos vemos en la próxima yankee party de Zona Nord. Recuerden llevar lápiz y papel, y cámara filmadora porque se van a cruzar con especímenes y situaciones imperdibles dignos de ser registrados.

martes, 17 de noviembre de 2009

Críticas sueltas: Especímenes varios que detesto con todo mi enfermito ser - Parte I

Lista de posibles víctimas mortales:
(sujeta a modificación sin previo aviso)

* Los idiotas que mandan mails en cadena con frases o PDFs moralistas, religiosos o con fotitos de bebés.
* Los imbéciles que avisan vía Feisbum o MSN, y con marcada euforia, que ya tienen la entrada para ir a ver a tal o cual banda de rock. Ni hablar de los que suben fotos de la mencionada entrada...
* La gente que dice "rockearla" o "explota".
* Los rugbiers que se emborrachan con dos porrones de cerveza y se ponen a gritar, a reir como enfermos mentales o a querer cagarse a palos con cualquiera, entre otras situaciones tristísimas y patéticas.
* Las mujeres con apodos tales como "Mery", "Lalu", "Coti", "Gachi" y similares.
* Las mujeres que se ponen cachondas cuando escuchan el tema "You're Beautiful" de James Blunt o bien con los temas de Ricarcho Arjona y emiten el típico comentario: "aaayyy, me mueeerooo...este teeemaaa...". IMBÉCILES.
* Los sanisidrenses o demás habitantes de Zona Norte cuya acitividad ociosa principal de los fines de semana son las fiestas en casas y juran que éstas constituyen un "descontrol total". Fui a miles de éstas y todavía no pude dilucidar en qué parte de la partuza reside el supuesto descontrol...(analizaremos este fenómeno más adelante...).
* Las jugadoras de hockey que usan jeans ajustadísimos y se sacan fotos dándole el culo a la cámara (no me pregunten por qué estos individuos tienen esta asquerosísima costumbre...).
* La gente que avisa que se quiere fumar un porro a los gritos para que todos escuchen lo locos que son.
* Los pelados que están convencidísimos de que son facheros.
* Los imbéciles que odian a Estados Unidos "porque sí", porque en este país está de moda odiar la cultura americana, Mc Donald's y la Coca-Cola, y porque creen que todos los yankees son bélicos y anti-islámicos.
* Los pelotudos que te agregan al Feisbum sabiendo perfectamente quién sos y aún así, te mandan un mensaje privado, diciendo: "sabés que te conozco de algún lado...de dónde te conozco a vos?".
Miren lo que me pasó hace un tiempo:

Pendejo del Orto added you as a friend on Facebook.
Azul accepted your friend request.

Hasta ahí todo cool. Ahora bien. Recibo un mensaje privado:

Pendejo del Orto
De donde te conosco a vos ??? (SIC)
Azul
si no sabés de dónde me conocés para qué me agregaste?
Pendejo del Orto
Jajaja, a todos les hablas igual vos boluda. Vos fuiste al colegio xxx, soy xxx el hermano de xxx, o tampoco te acordas de eso.
Azul
entoncés si ya lo sabías para qué me lo preguntás...? ay, ay.
Pendejo del Orto
Jajaja, sabes k olvidate (SIC)
Azul
sí, igual despúes de la pregunta idiota te borré automáticamente...
Pendejo del Orto
jaja, no me borres por favor. Tomatela aparato a kien te comiste (SIC)

En fin...

Por supuesto...ampliaremos.

Hasta la próxima.

lunes, 2 de noviembre de 2009

Azul y el Joven Profesional Exitoso

El Joven Profesional Exitoso podría llegar a ser confundido por algunos como un simple New Rich: ERROR. NADA MÁS ALEJADO DE LA REALIDAD. Quienes hayan osado catalogar a estos individuos como tal, déjenme decirles que están meando completamente fuera del tarro. No saben nada. El Joven Profesional Exitoso es otra cosa, es algo radicalmente diferente.

Por empezar, hay una diferencia puntual y abismal: el Joven Profesional Exitoso, si bien goza de una buena posición económica y posee un estatus social elevado a elevadísimo, esto de ninguna manera surgió de la noche a la mañana: fue así desde la cuna. En la mayoría de los casos, el Joven Profesional Exitoso proviene de una familia “bien” de clase media o media alta. El Joven Profesional Exitoso no fue un simple pibe de barrio que de un día para el otro obtuvo éxitos únicamente en el ámbito económico. El Joven Profesional Exitoso ha obtenido victorias en todos los aspectos de su vida. En TODOS. Es, tal y como lo indica su nombre, un tipo exitoso. Y lo sabe.

Desde su nacimiento, el Joven Profesional Exitoso, al igual que la Chica Bien (Ver: Azul y las Chicas Bien), ha sido criado para tener una Vida Bien. Ha recibido una excelente educación en colegios privados y ha sido preparado por sus propios padres desde muy pequeño para triunfar en la vida a nivel personal y, por sobre todas las cosas, profesional. Desde chico se le han inculcado valores tales como la familia, la cultura, los modales, el buen gusto y el estilo. El Joven Profesional Exitoso es un tipo con clase. Lo lleva en la sangre.

Terminada la escuela secundaria, el Joven Profesional Exitoso no vaciló (no le fue permitido hacerlo) en estudiar una carrera universitaria importante, de esas que hacen enorgullecer a cualquier padre una vez recibidos sus hijos. El Joven Profesional Exitoso estudiará en la mayoría de los casos carreras tradicionales como Medicina, Derecho, Arquitectura, Ingeniería y otras de ese estilo.

Durante su etapa universitaria, el futuro Joven Profesional Exitoso se avocará casi exclusivamente a su carrera: obtendrá notas sobresalientes en todas las materias y rara vez desaprobará un exámen. El Joven Profesional Exitoso ha nacido para triunfar.

Como complemento de sus estudios, y para no convertirse irremediablemente en una rata de biblioteca, el futuro Joven Profesional Exitoso practicará algún deporte como rugby, tenis, yachting, canotaje, o similares. Es éste uno de los motivos por los cuales sólo beberá alcohol en ocasiones muy puntuales y en general no será partidario del tabaquismo. Ni hablar de las drogas: el Joven Profesional Exitoso será un enemigo acérrimo.
Por supuesto que hay excepciones a la regla, en especial durante lo años universitarios: no será extraño que el futuro Profesional concurra a fiestas en casas de sus amigos del colegio, del club o de la facultad, y se emborrache luego de beber algunos mililitros de cerveza. En general, se tratará de un pedo un tanto mentiroso y de esos que convierten a la persona en un ser humano irritante: el futuro tipo exitoso hará fondo blanco con su lata de Quilmes, como todo un hombre, y, consecuencia de la pequeña deshinibición que sentirá (debido a su poca costumbre de beber sustancias etílicas), comenzará a hablar hasta por los codos con total dificultad, tratará de propasarse con las jóvenes presentes (quienes no pondrán resistencia, pero con las cuales muy raramente mantendrá relaciones sexuales) y quizá termine vomitando en alguna maceta. Es probable que durante estas fiestas el joven fume uno o dos cigarrillos, tomándolos con el dedo pulgar e índice por el filtro, y atorándose con el humo, que por supuesto no tragará, reiteradas veces, lo cual intentará torpemente de disimular. Pero esto no importa y de ninguna manera lo pondrá en riesgo de adquirir vicio alguno ni arruinará su prometedora carrera y vida futura. Al contrario. Todo formará parte de su escaso repertorio de anécdotas picarescas y juveniles que en el futuro les contará a sus amigos o por qué no a sus hijos, riendo a carcajadas y demostrando que él también ha sido un joven rebelde alguna vez (contadas veces, para ser más exactos).

Ya graduado en la carrera elegida, el ahora sí Joven Profesional conseguirá, en muchas casos por contacto, un trabajo excepcional que le significará un importante sueldo que se irá incrementando de manera considerable a lo largo de los años, hasta convertirse finalmente en un Profesional Exitoso con total autonomía, sin la necesidad de trabajar en relación de dependecia.

Así, a los 30 y pico de años, el Joven Profesional Exitoso estará en la cima de sus éxitos, si bien estos podrán continuar a lo largo de toda su vida: contará con un título universitario obtenido con méritos - y será altamente reconocido por esto -, un trabajo perfecto y por de más redituable, estará felizmente casado con una Chica Bien muy mona de su mismo estrato social, tendrá varios “chicos”, vivirá en una chalé envidiable (generalmente, en countries o en barrios paquetísimos de Zona Norte o Capital Federal), poseerá un auto de alta gama, un Golden Retriever y veraneará en familia en lugares de alta alcurnia como Pinamar, Punta del Este o Miami, casi sin excepción. Por supuesto visitará Europa regularmente, pero generalmente aquí será acompañado sólo por su mujer, mientras los niños quedarán a cargo de mucamas o baby-sitters.

En cuanto a su relación con el sexo femenino, el Joven Profesional Exitoso será por siempre un galán, independientemente su sex appeal, del muy pocas veces gozará. El Joven Profesional Exitoso es un caballero: nadie sabrá tratar a las damas como él. Es aquel hombre que levanta, a su paso, suspiros en todas las mujeres. Incluso hasta las inhibirá. Y, como todo, esto también lo sabe.

Hay una hilacha de la cual el Joven Profesional Exitoso jamás podrá escapar: irremediablemente tendrá una mujer cornuda, por una razón muy simple: la perfección en todos los aspectos de su vida hará que muchas mujeres caigan rendidas ante él haga lo que haga o diga lo que diga, ya que el Joven Profesional Exitoso será para muchas precisamente eso: el espejo de la perfección. Y, como la carne es débil y su mujer frígida, accederá a conceder los deseos de muchas. Pero estas serán de por vida sólo sus amantes para salir de trampa una vez por semana o para hacer algún viajecito clandestino muy de vez en cuando, argumentando ante su mujer un viaje de negocios. A pesar de esto, el Joven Profesional Exitoso jamás cambiará a su mujer y a su familia pefecta por estas golfas, ya que su mujer (ex Chica Bien y conciente de ser una cornuda importante) constituye una codición fundamental para que su vida sea un paraíso. No así sus amantes. El tipo es vivo.

La frigidez de su mujer es también una característica particular del Joven Profesional Exitoso. Debido a este trastorno sexual femenino típico de chica de doble apellido, el Joven Profesional Exitoso jamás contará con una vida sexual plena y excitante. Sus relaciones sexuales serán básicas y la razón de ser de éstas será la mera reproducción. No existirán las piruetas de ninguna clase, las posiciones estrambóticas ni mucho menos el sexo oral, si bien se morirá inutilmente por tenerlo.
El sexo un poco más picante lo tendrá con sus amantes, a quienes les interesa únicamente la billetera del tipo y por eso, y concientes de que estos mucachos en general tienen una experiencia rala en la materia, no se esmerarán demasiado como sí lo harán tal vez con otro tipo de hombres. Estas mujeres saben que con muy poco obtienen lo que quieren (dinero y bienes materiales varios), porque están ante la presencia de un pseudovirgen irremediable.

Hasta este punto, todos son pétalos (casi). Pero he aquí la subjetividad de mi relato: creo que no hay especie de persona que me moleste más. Es más, debo decir que los detesto.

Hace un tiempo trabajé en una empresa en la cual muchos de nuestros clientes pertenecían a esta especie: los odiaba. Me sacaban de quicio, ya que todo lo expuesto anteriormente era, según ellos, suficiente para que el Joven Profesional Exitoso se paseara por los caminos de la vida con una soberbia, una pedantería y un sentimiento de superioridad difícil de soportar. No cabía en ellos la posibilidad de que alguien, y mucho menos una mujer joven, los viera como simples mortales. Ellos son exitosos y nunca deberán pasar desapercibidos, estén donde estén: nadie deberá ignorarlos ni ignorar sus triunfos. Deberá en todos los casos despertar la admiración y, por qué no, la envidia. Cuando alquien pasa por alto todo esto, porque claramente no despierta su más mínimo interés, el Joven Profesional Exitoso se pone furioso. Y se nota, por más que intente disimularlo.

Porque ahora bien, el tema es el siguiente: ¿Qué me importan a mí todos tus logros en la vida y tu estatus social si sos pelado casi en el 50% de tu cabeza, tenés panza de pachorra oficinista, no tenés onda y ni siquiera sos fachero? Porque, no me pregunten por qué, en general son todos así. El Joven Profesional Exitoso igual a Johnny Depp sólo existe en las películas. Sépanlo. Los de la vida real son físcamente un desastre sin solución. No sé si feos es la palabra acertada: son sólo insulsos. No dicen nada. Y no hay vuelta que darle, por más que vistan un traje de etiqueta o un outfit informal o deportivo de marca y se paseen por las calles de la ciudad a bordo de un Mercedes Bénz, inundando el aire con el más caro y fino perfume francés. NO - DICEN - NADA. ¿Billetera mata galán? No. Bajo ninguna circunstancia. Perdón.

Permíntanme poner un ejemplo:

Teníamos un cliente que era terrible: era un gordito con cara redonda y fofa, medio petisón, medianamente pelado y con cero onda, si bien era relativamente joven (treinta y algo), pero...era un Joven Profesional Exitoso. Esto bastaba para que el gordito entrara en la oficina haciendo alarde de su perfume de galán hollywoodense, con su infaltable notebook a cuestas y una sonrisa seductora malísima, ante la cual inexplicablemente mis compañeras de trabajo se hacían pis de la emoción. Como este caso teníamos miles: algunos más gordos o más flacos (aunque la panza de pachorra salida por encima del cinturón se daba en la gran mayoría de los casos), algunos con más o menos pelo, pero todos estaban cortados con la misma tijera. TODOS. Ni una sola excepción he llegado a conocer.

Volviendo al Joven Profesional Exitoso del cual les hablé, el tipo se creía que, aparte de ser un langa total, se las sabía todas. Todo esto únicamente por lo que expliqué más arriba: por su mega título universitario, su importantísima situación laboral, su familia de comercial de cereales y la mar en coche.

Era, además, un pajero asqueroso con una obsesión enfermiza por el sexo. Siempre tenía alguna boludez con doble sentido para decir, mientras guiñaba el ojito.

Una vez vino a la oficina (no recuerdo por qué motivo) y lean por favor lo que contó: “presenciar un parto es una de las cosas más maravillosas del mundo…ver los labios de la vagina como se abren…es algo hermoso.”. Claro, fue la primera vez que vio una "vagina" (Dios, como detesto esa palabra) en vivo y en directo y a la luz del día. Sino no logro comprender cómo carajo a alquien le puede parecer maravilloso ver a una mina en ese estado, despeinada, sin maquillaje y transpirada, pegando alaridos y toda ensangrentada, mientras un bebé horrible y muy similar a un alienígena sale de ahí. ¡No me jodan! ¡Es un espanto! Yo lo escuché, fui al baño a vomitar, agarré un cuchillo de cocina, intenté cortarme las venas, me frené a mí misma, salí para clavárselo directamente a él en la yugular, pero me contuve. No sé cómo. Pero me contuve y no lo asesiné. Simplemente me conformé con pensar: "Qué asco, sos un gordo hijo de re mil puta.".

En otra oportunidad vino con su notebook, la encendió y, bien de pajero virgen, nos empezó a mostrar fotos con distintas posiciones del Kama Sutra (que seguramente se las había mandando por cadena de mail algún otro Joven Profesional Exitoso pajero y pelotudo como él), mientras hablaba de sexo como si fuera el sexólogo más experimentado del país. Cuando se fue, levanté la cabeza y desde mi escritorio les dije a mis compañeras: “Este gordo jeropa la puso por primera vez a los 24 años, en el último año de la facultad, le re cabió y ahora se piensa que garchar es lo más groso del mundo. Es un instinto humano, gordo, lo hacen todas las personas, qué te venís a hacer…hijo de puta… De qué sexo me venís a hablar, gordo, si en tu vida te habrán hecho un pete como corresponde…”. Apuesto a que el barra brava más cabeza de Tigre o un camionero se garchan minas mejor que él. Por lo menos, mis compañeras se rieron. Y un poco que hasta me dieron la razón...
Qué bronca me daba. Cómo lo detestaba. No se pueden imaginar. Y eso que era bastante simpático, eh.

Este caso es sólo el primer ejemplo que me viene a la mente de tantos otros que hay en el país. El problema es que somos muy pocas las personas que no los endiosamos y muy pocas las minas a la cuales nos importa realmente tres carajos la espectacularidad de su vida. Hay que hacer algo. Hay que detener su soberbia maquiavélica. Hay que denigrarlos las mayor cantidad de veces que podamos. ¡Hay que frenar el avance de estos imbéciles!

Y lo más triste es que veo esto muy poco probable, mientras los argentinos sigan siendo tan, pero tan pelotudos...

miércoles, 28 de octubre de 2009

Azul y el New Rich

Cierta vez acudí con unos amigos a un bar-boliche del barrio de Las Cañitas, cuyo nombre no voy a mencionar porque no viene al caso, pero del cual estoy segura que es sólo uno más entre los otros tantos de ese estilo que están esparcidos por la ciudad. Fue en esta ocasión cuando me detuve puntualmente a observar a un personaje que también es parte de nuestra sociedad argentina: el New Rich o Nuevo Rico.

El New Rich puede a veces ser confundido por el Gran Mersa (ver: Azul y el Gran Grasa), pero es muy importante que aclaremos las diferencias entre uno y otro:

El Gran Mersa en general tiene un trabajo común y corriente: puede trabajar en un gimnasio, en un solárium, en un boliche o bien en un local de ropa de la zona de Munro. Lo que sucede es que como el Gran Mersa vive en la mayoría de los casos con sus padres, es soltero sin compromiso y no tiene hijos, puede gastar los escasos 1500 pesos mensuales que gana en sí mismo: en prendas de vestir de marcas tales como Kosiuko, Ona Saez, Levi’s o Bensimon, en tratamientos de belleza o cuidados corporales (léase: gimnasio, cama solar, peluquería – donde se hará claritos, por ejemplo -, etcétera), en su auto modelo estándar tuneado y en el champagne con bebida energizante que consumirá en grandes cantidades los viernes y sábados por la noche cuando acude en compañía de sus amigos – Grandes Mersas como él – al boliche de moda. Muy de vez en cuando, el Gran Mersa podrá cambiar su celular por uno más moderno para no quedarse atrás en cuestiones tecnológicas. Pero hecho todo esto, al Gran Mersa no le quedará, al llegar a fin de mes, un solo peso en el bolsillo para gastar en nada más.

En cambio, el New Rich es otra cosa: el New Rich es el hijo de un diariero o kioskero y una maestra o ama de casa de Floresta, Almagro o Lanús que supo detectar un nicho de mercado muy rentable y que, con total habilidad y visión empresarial, ha sabido montar un negocio por de más redituable, el cual hoy le significa un abultado ingreso monetario mensual en su cuenta bancaria.

Cuando el nuevo negocio (que puede ser de variadísima índole) comienza a marchar sobre ruedas y a dar sus frutos, el New Rich hace lo que siempre, desde niño, ha deseado con vehemencia hacer: modificar su estilo de vida barrial y escalar de posición social.

Aunque el New Rich puede despertar la envidia de su ex vecinos y amigos del barrio del cual es oriundo, es menester aclarar que la nueva vida del New Rich es el resultado de arduas horas de análisis de mercado, trabajo, estrés y nerviosimo.

Sin embargo, hay excepciones con respecto a lo expuesto anteriormente. No siempre es necesario incurrir en un buen negocio para convertirse en New Rich: esto puede suceder también gracias a ciertas habilidades deportivas, por ejemplo, como es el caso de los jugadores de fútbol.

El New Rich no es, en sus orígenes, un despilfarrador: el New Rich sabrá administrar su dinero con una destreza envidiable para cualquiera. El New Rich no es como el tipo común que se gana la Lotería y de un día para el otro se patina la fortuna en excentricidades cual Beverly Rico hasta quedarse nuevamente sin un centavo. El New Rich, contrariamente a las creencias populares, va de a poco. Paso a paso. Sin embargo, el New Rich tampoco es un tacaño y es sabido que es un gran devoto de los detalles de calidad y de primerísimo nivel.

Lo primero que hace el New Rich es actualizar su guardarropas: reemplazará su jeans gastados y sus remeras de Narrow o Stone por indumentaria de reconocidas y finas marcas como Etiqueta Negra, Christian Lacroix o Dior y, cuando la billetera lo permita, adquirirá prendas varias en Versace, Dolce & Gabbana y Armani. Para las prendas informales de todos los días, el New Rich será un cliente habitual de Zara. Una vez adquiridos sus outfits de primera línea, el paso siguiente será su celular: el New Rich reemplazará su StarTAC del 99 por una Palm o Blackberry de última generación, donde convergerán su teléfono celular y su computadora personal. Hecho esto, el New Rich ya está listo para lo que viene: adquirir un automóvil o bien cambiar el viejo Sierra modelo 86 heredado de su abuelo. En general, suele comprarse autos caros llamativos o bien “naves” deportivas, en muchos casos cabriolet. Una vez que ya cuenta con su propio vehículo de clase, el New Rich podrá dar el siguiente paso, y quizá el más importante: comprarse una casa en un country de la Zona Norte del Gran Buenos Aires o bien un loft en Las Cañitas.

Una de las principales características del New Rich es que no tiene término medio. Luego de haber veraneado toda su vida en Santa Teresita, Las Toninas, Mar del Tuyú o Necochea, al ganar su primera pequeña fortuna el New Rich no elegirá Pinamar ni Punta del Este como destino vacacional: el New Rich se irá primero a Brasil (a resorts del Nordeste, lógicamente), más tarde al Caribe, luego a los Estados Unidos (por supuesto a Miami y en menor medida, a Niu Iork), para aterrizar finalmente en el viejo continente, donde se paseará muy horondo por la Champs-Élysées de París masticando una baguette como un francesito más; o recorrerá las históricas calles de Roma para luego cenar un plato de penne alla puttanesca en Piazza Navona, acompañado por un Chianti Classico. En Europa el New Rich aprovechará para comprar perfumes finos, adornos de Swarovski o cristal de Murano (si es que visita Venecia, donde por supuesto no dejará de contratar un romántico paseo en Góndola) para decorar su hogar. Cabe destacar que el New Rich viajará en Business Class siempre que pueda, alejado de la plebe de la Economy, y se hospedará sin excepción en hoteles cuatro o cinco estrellas, generalmente de cadenas norteamericanas como Sheraton o Hilton.

Sin embargo, no es extraño que su corazoncito barrial lo impulse de todas formas a comprar una casa en sus sitios de veraneo del pasado. El New Rich acudirá al menos una vez al año a Santa Teresita, por ejemplo, para recordar viejos tiempos y a hacer alarde de su nueva vida delante de sus viejos conocidos o amigos, a quienes aconsejará como todo un experto sobre cómo montar un negocio fructífero como el que a él le significó el radical cambio económico y social en su vida.

En referencia a los autos, el New Rich jamás preparará o tuneará un Volkswagen del 2002: el New Rich se comprará directamente un BMW y lo exhibirá orgulloso por las calles de la ciudad, mientras el reggaetón sonará a todo volumen desde su estéreo último modelo lleno de lucecitas de colores.

Volviendo a los detalles de primer nivel al cual el New Rich les otorga una marcada importancia, es posible que encontremos, por ejemplo, a un New Rich luciendo un llamativo reloj pulsera dorado, pero, a diferencia del reloj del Gran Grasa, su reloj será realmente un Rólex President de oro (y por qué no con incrustaciones de diamantes) y efectivamente le habrá costado 20.000 billetes verdes.

Dicho esto, es importante describir qué hace el New Rich durante su tiempo libre.

Durante el día, el New Rich decidirá practicar golf, para lo cual contratará a un profesor particular. El New Rich, fiel a su estilo, concurrirá a su primera clase totalmente lookeado para la ocasión: infaltable el outfit de Lacoste compuesto por chomba y bermudas blancas y calzado especial para la práctica de dicho deporte.

Los New Rich aficionados a los deportes extremos optarán por comprar un jet ski o una moto de agua, y visitarán todos los fines de semana el Delta (donde probablemente querrán comprar una casa algún día) a exhibir las piruetas que aprendieron de rebote con su nuevo artefacto acuático.

El New Rich será por siempre un habitué de gimnasios, saunas y soláriums, para mantenerse en forma y exhibir permanentemente y casi de por vida un bronceado hawaiano perfecto.

Durante la noche, el New Rich frecuentará restaurantes gourmet de moda, resto-bares o wine-bars y los boliches top preferidos por la farándula eventera argentina. El New Rich dejará en el pasado el asado del parri-pollo barrial para comer ahora sushi, y reemplazará el López por el Rutini Malbec.

En relación a lo expuesto anteriormente y volviendo al episodio de mi visita al bar-boliche de Las Cañitas, nunca voy a olvidar lo fuera de foco que me sentí mientras caminaba por los pasillos inundados con aroma a maracujá y a lima caipirihna. Mi piel pálida cual espectro ultratúmbico, mis tetas insignificantes como uvas y mi jean tres talles más grande, desentonaban de manera radical con las siliconas de tamaño colosal, el botox labial, las cabelleras rubias platinadas no naturales, los bronceados caribeños, los tacos altos y los pantalones ajustadísimos, entre otras yerbas. Las mujeres presentes en el local bailable Clase C se paseaban por éste cual serpientes de cascabel hambrientas en estado de alerta que esperaban el momento justo en el cual cazarían a su indefensa presa: el New Rich.

El local estaba plagado por estas dos especies: las vividoras platinadas (muy al estilo botinera, pero de mayor nivel) y nuestros queridos amigos, los New Rich. Estos vestían orgullosamente camisas o remeras de marcas internacionales cuyo logo siempre era claramente visible (las leyendas “D&G” o “VERSACE” resplandecían en los pechos de varios New Richs cual estrellas en la noche). Infaltables los pantalones de vestir, los zapatos de cuero ultralustrados, el aroma excesivo a perfume francés y las Palms o Blackberries visiblemente colgados en sus cinturones de cuero de cocodrilo amazónico.

En las mesas esparcidas por el recinto, había un objeto que se repetía centenares de veces como en una serie de Andy Warhol: la botella de champagne, finamente depositada en el balde y decenas de copas de cristal a su alrededor.

La relación del New Rich con las mujeres es muy particular. Por empezar, no me pregunten por qué pero nunca llegan al año de noviazgo estable con ninguna mujer. Los casos contrarios a esto son excepcionales. El New Rich será casi permanentemente un soltero codiciado por excelencia. Pero, a pesar de todo, al New Rich nunca le faltará una dama a su lado. En todos los casos, el New Rich siempre estará escoltado en sus viajes de placer por una rubia platinada con pechos grandes y colágeno en los labios, por lo general promotora o profesora de gimnasia. En algunos casos, la rubia puede ser reemplazada por una morocha escultural, de pelo negro azabache, lacio y largo hasta la cintura.

El New Rich jamás invitará a una chica a “dar una vuelta en auto”: el New Rich la invitará a “pasear en su BM”. El New Rich no la invitará a su casa, sino que le propondrá que se venga “un fin de semana al country”.

Mas allá de que esto parezca una crítica burlesca, personalmente debo admitir que me saco el sombrero ante el New Rich...en serio. Lo afirmo con la mayor sinceridad. Y digo, con mi copa de champú levantada bien arriba, y con total seguridad: “New Rich, queremos ser como vos!”

sábado, 24 de octubre de 2009

Azul y los Hippies

Hoy hablaremos de un personaje ya clásico entre las tribus urbanas de las últimas décadas: el hippie. Sin embargo, no hablaremos del hippie tradicional propio de la década del 60 o del 70. Nos olvidaremos por un instante de la liberación sexual y el free love; del Flower Power, de la psicodelia propia del consumo de alucinógenos, de la vida naturista y orgánica, y del Love & Peace. Nos avocaremos en esta oportunidad a una mutación que el hippie ha sufrido en los últimos años. Nos referiremos básicamente al hippie argentino de los 90, que perdura con total impunidad en la actualidad, a pesar de estar ya bien entrados en el siglo XXI.

El hippie argentino noventoso ha sabido mimetizarse con infinidades de otras tribus urbanas: hemos podido ver, además de los ya clásicos hippies artesanos con puestos en ferias - típicos de los 80 -, otras ramificaciones tales como hippies rolingas, hippies metaleros, hippies folklóricos, hippies jazzeros, hippies amantes de la salsa y el merengue, hippies que comen asado, hippies consumistas, hippies que escuchan la FM Hit, e incluso yo he llegado a toparme con hippies ravers, alejándose radicalmente del hippismo militado por John Lennon y Yoko Ono en épocas de Woodstock.

Todos ellos, independientemente de su variedad, comparten una serie de características comunes, a saber:

* Su vestimenta siempre se compone por las siguientes prendas: ojotas, sandalias o zapatillas de lona, por lo general blancas, beigh o amarillo patito, marca Topper, John Foos o Converse All Star, para los más fashionistas. Pantalón bali o babuchas, en el caso de las damas. Camisolas lisas o estampadas (en ambos sexos) y sacos tejidos de todos los colores o bien sweaters de lana de alpaca, en tonos tierra o, en menor medidas, grises. Infaltables las bandoleras o mochilas tejidas con dibujitos de Coyas, ranchos o camélidos sudamericanos, las rastas (que pueden ser en toda la cabeza o únicamente en algunos mechones), las barbas mullidas (en el bando masculino) y los collares y pulseras artesanales elaborados con semillas de la Pacha Mama.

* La ocupación del hippie suele ser la siguiente: los que se han decidido por los estudios terciarios o universitarios, por lo general estudiarán carreras tales como Bellas Artes, Filosofía, Historia, Letras o Antropología. Los que trabajan, serán artesanos en ferias callejeras en las cuales expondrán su cachivaches como bijouterie (elaborada con semillas, plata o alpaca), hadas y duendes hechos en cerámica o porcelana fría; jabones, velas o sahumerios artesanales; tejidos, adornos decorados con venecitas, entre otros artículos varios. Otros hippies, los más extrovertidos, serán acróbatas en plazas o semáforos, donde exhibirán sus hazañas circenses, tales como jueguitos con el diábolo, o con esos dos palos que se prenden fuego en las puntas y con los que hacen malabares; malabarismo clásico con bolas de pelotero o pinos de bowling, teatro callejero, acrobacias sobre redes mientras bambolean sus cuerpos colgados de sogas de tela, caminatas en zancos y otras estupideces. Otros hippies optarán por tocar la guitarra y cantar en el tren o en estaciones de subte, donde luego del desafinado concierto pasarán su gorra polvorienta entre los pasajeros.

* Los hippies no suelen ser muy originales a la hora de elegir sus destinos vacacionales. No me pregunten cómo, pero el hippie siempre llega al verano con la cantidad necesaria de dinero para huir de la ciudad como mínimo dos meses. Entiendo que esto no es tan complicado cuando uno tiene decidido dormir en carpa todas las noches así lluevan perros y gatos, bañarse una vez por semana en un río o alimentarse gracias a la recolección de frutos silvestres. Aún así no deja de sorprenderme, ya que el hippie no veranea en Chapadmalal sino en sitios donde es relativamente caro acceder, como Capilla del Monte, El Bolsón, el Noroeste Argentino, Bolivia y Perú (donde por supuesto irán a experimentar momentos energéticos a su meca: el Machu Picchu), la Selva Amazónica (los más arriesgados), entre otros lugares nauseabundamente hippies. Una vez en destino, el hippie tiene prácticamente un único objetivo, además de vivir las 24 horas del día sucio y fumando marihuana: conocer gente (por lo general, otros hippies de cualquiera de las ramas), para extender así su grupo de pertenencia, hacer un fogón multitudinario y cantar a viva voz temas zurdos de los años 70, o bien los temas compuestos por Juan Ponce de León para Verano del 98, mientras fuman hierbas de dudosa procedencia o consumen cucumelo en cantidades industriales.

Para ser sincera, debo confesar que, si bien no tengo afinidad con ninguna clase de hippie, estos en general no alteran el ritmo normal de mi existencia. Puedo convivir con ellos sin mayores inconvenientes. Simplemente los ignoro, me olvido de que existen y mi vida sigue su curso sin sobresaltos de importancia.

Sin embargo, hay una clase de hippie que realmente despierta mi ira, una rabia abismal dentro de mí y que me genera un instinto asesino difícil de controlar: los hippies fallutos. Tal vez por mi mala costumbre de generalizar y asociar a todos los hippies noventosos con los fallutos es que entro en pánico y experimento un nerviosismo exacerbado cada vez que me cruzo con un simple extraño de pelo largo con olor a pata y a jabón rancio que porta un morral ecuatoriano. Reconozco que en este punto el defecto es mío, pero de todas formas no lo puedo evitar.
No puedo soportar, por ejemplo, a un hippie sanisidrense. Es más fuerte que yo. Veo un hippie paseándose por San Isidro y el lado satánico de mi personalidad emerge con furia cual lava de un volcán en erupción. No los puedo digerir. Quiero destruirlos. Sucede que me molesta, y además me preocupa, su falta total y radical de criterio en la vida. No puedo entender cómo alguien que fue toda su vida al Colegio Carmen Arriola de Marín, al Saint Trinnean’s o similar, cuyo padre es un importante empresario que posee un Alfa Romeo o un Mercedes Bénz, que vive en una mansión en el Bajo de San Isidro y que ha veraneado en Pinamar o Punta del Este durante toda su niñez o adolescencia – entre otras cosas - haya podido convertirse en un hippie ortodoxo y se autoproclame a sí mismo y orgullosamente como tal. Me molesta ver a un hippie con una campera de John L. Cook, así ésta sea del año del re pedo. Me rompe soberanamente las pelotas un hippie que habla de Socialismo y del Che Guevara con una papa en la boca, cual rugbier del CASI o del SIC. Simplemente me saca. Me desquicia. Me da ganas de empuñar ferozmente un facón y extraer sus entrañas lentamente.

No sé si viene al caso, pero quisiera compartir una anécdota que protagonicé hace algún tiempo:

Hace un par de años me fui de vacaciones con unas amigas a Córdoba, puntualmente al Valle de Punilla, donde por supuesto visitamos una de las tantas mecas hippies sudamericanas: Capilla del Monte. Fue en esta pequeña localidad serrana donde ocurrió lo que os voy a relatar.
Mi mente anárquica es claramente NO compatible con el modus vivendi del hippie argentino noventoso. Es por eso que nos une una larga e importante enemistad desde la cuna.
Estábamos sentadas en la estación de micros decidiendo dónde dormiríamos esa noche, cuando un grupo de hippies sucios y tal vez sanisidrenses (aunque esto no puedo afirmarlo con total seguridad) colocaron sus bolsos, sacos y demás porquerías apestosas al lado nuestro y comenzaron con unos de sus rituales hippies característicos de los 90: llamar la atención. Los hippies tomaban mate, y nos miraban (porque nosotras también estábamos tomando mate); los hippies se armaban un cigarrillo de flores de amapola prensadas, y nos miraban (porque veían que nosotras también teníamos caras de fumonas, aunque en realidad éstas caras correspondían al cansancio de haber estado deambulando sin rumbo fijo por las sierras desde hacía unos cuantos días más que al consumo de estupefacientes de origen vegetal); los hippies tocaban su charango y cantaban, y nos miraban (en este punto, no me preguntan por qué). La cuestión es que mientras hacían sus monerías típicas del palo, los hippies ya estaban urdiendo su demoníaco plan: hacerse amigos. Luego de unos 45 minutos, lo que yo más temía sucedió: el hippie más mugroso y con menos neuronas de todos, se acercó hacia nuestra ubicación, riéndose como quien ha fumado faso desde el vientre materno y, con su voz de persona con severas dificultades mentales, y sin vacilar, dijo: “holaaa, chicaaasss…quieren venir a una fiesta hoy a la nocheee???”, mientras hilos de baba espesa escapaban por las comisuras de sus labios. Mi mirada fue fulminante y cargada de ira, rabia y fascismo. Lo miré con intención inquisidora por varios segundos. Durante un buen rato, nuestras miradas se sostuvieron larga y tendidamente hasta que, por fin, decidí retrucarle la invitación con una respuesta firme, clara y asesina: “por qué no te vas a la puta que te parió, hippie del orto…”. No sé por qué tuve el impulso de tirarle esa frase descolgada que no tenía nada que ver con nada. Me salió del alma. Venía resonando en mi cabeza desde que los mugrosos se me cruzaron, y simplemente se la escupí. Así nomás. Tenía que decírselo: tenía que mandarlo a la puta madre que lo parió. Por supuesto que ante mi respuesta todos los hippies reaccionaron riendo bobamente y barbullando frases casi inentendibles, como ser: “aaahhh, pero que orteeevaaa…tomátelaaa…relajaaateee”. Automáticamente, abrí mi bolso para sacar una manopla de hierro o bien una navaja con el objetivo de romper o cortar sus rostros hippies en 107 pedazos. Mis amigas me detuvieron y es por eso que hoy estoy aquí cómodamente en mi hogar y no en el pabellón de máxima seguridad del penal de Ezeiza jugando al póker con otras presidiarias.

Para concluir, quiero aclarar una vez más que efectivamente me hago cargo de mi enfermedad mental y de mi tendencia maquiavélica a la generalización, la cual resultó en este odio atroz hacia los hippies. Y por supuesto, y como buena autocrítica, reconozco mi necesidad urgente de someterme a una terapia intensiva para tratar este trastorno psicótico anti-hippie que me abruma la mente desde el comienzo de mis días.

miércoles, 21 de octubre de 2009

Azul y el Gran Grasa

De todos los personajes que pueden llegar a cruzarse conforme uno avanza por los pagos argentinos, el Gran Grasa es uno de los que más simpáticos me resultan.

El Gran Grasa puede tener cualquier edad, pero sus caracteres peculiares se hacen aún más notorios después de los 40 años, si bien han estado presentes en él desde que vio la luz del sol ni bien salido del vientre materno. Ser un Gran Grasa es genético, es un talento, un don varonil que se transmite de generación en generación y que se va perfeccionando a lo largo de la vida. Pasados los 50 años, el Gran Grasa ya será todo un experto en Vida Grasa.

NOTA IMPORTANTE: debe destacarse que el Gran Grasa no tiene absolutamente nada que ver con el Gran Mersa. Éste último, del cual podríamos hablar en otra ocasión, es el que frecuenta boliches de moda como Sunset, que viste pantalones de jean con rayitas hechas con lavandina a los costados de la bragueta, que sale con mujeres mucho mayores que él y que, por supuesto (y diríamos que esto es casi una condición sine qua non) posee un vehículo completamente tuneado y pistero, en el cual se mueve por la ciudad escuchando el hit de moda a decibeles casi inhumanos.

Hecha esta importantísima aclaración, volvamos a nuestro personaje del día: el Gran Grasa.

Pasada la pre-adolescencia, será común ver al Gran Grasa con el pelo (mayoritariamente con rulos) embadurnado de Bilcream o gomina común, bañado íntegramente en colonia para caballeros marca Heno de Pravia o similar, afeitado prolijamente "a la navaja", vistiendo por lo general indumentaria de sastrería, portando un gigantesco reloj pulsera generalmente dorado y adornando su pecho peludo y al descubierto (el Gran Grasa siempre, pero SIEMPRE, usa su camisa prácticamente desabotonada) con cadenas varias de plata u oro, de diferentes grosores, aunque la mayor suele de un tamaño importante. Algunos individuos de esta especie suelen lucir un llamativo bigote elegantemente podado y, en el caso de los Grandes Grasas más vanguardistas, un arito de oro en su oreja izquierda denotando que, aparte de ser un Gran Grasa, es un verdadero Macho Cabrío.

El Gran Grasa no se levanta minitas: El Gran Grasa las seduce. El Gran Grasa suele regalarles rosas rojas sueltas o bombones en cajas con forma de corazón adornadas con grandes moños de papel, que pueden adquirirse en las confiterías más populares y tradicionales del barrio. El Gran Grasa puede residir en cualquier zona de Capital Federal o del Conurbano Bonaerense, pero el barrio es y será por siempre su hábitat por excelencia.

Volviendo a la relación del Gran Grasa con las mujeres (con quienes suele tener varias relaciones amorosas simultáneas), éste suele comenzar su ritual de apareamiento de la siguiente manera:

El Gran Grasa acude a todos y cada uno de los bailes que se llevan a cabo en el barrio, por lo general en los buffets de algún club social de la zona o de una mutual de trabajadores. La llegada del Gran Grasa al evento jamás pasará desapercibida: lo veremos ingresar por la puerta con una gran sonrisa Colgate y una mirada felina que derrite a todas las mujeres presentes, cualquiera sea su edad: desde las más jovencitas hasta las más veteranas caen rendidas ante sus encantos. El Gran Grasa viste siempre un traje impecablemente planchado y almidonado, el cual adorna con una flor o un pañuelo en uno de sus bolsillos superiores, siempre con su colonia extra forte que tanto lo caracteriza y que es, prácticamente, su carta de presentación. Las camisas que viste el Gran Grasa (por supuesto desabotonadas casi en su totalidad, como ya dijimos) suelen ser de colores vivos y brillantes, y muchas veces con estampados como rayas, lunares o flores. En algunos casos, el Gran Grasa puede llevar anteojos de sol de la década del 70, los cuales se retira lentamente al entrar al baile, para mirar fijamente a todas las damicelas presentes.

Ya entrado en el buffet, el Gran Grasa se pasea por la pista de baile con las manos en los bolsillos o bien fumando un Parisienne, marcando terreno entre los demás hombres, y levantando suspiros entre la concurrencia femenina. Luego, el Gran Grasa invita a bailar una pista a todas las damas de la fiesta, extendiendo su mano en un ademán galante, siempre sin descuidar la caballerosidad y la elegancia que lo caracterizan. El Gran Grasa invita a bailar incluso a la señora que atiende el buffet y a la chica que reparte papel higiénico en el baño. En este punto, el Gran Grasa no hace distinción de raza, tamaño, forma o color. Todas, absolutamente todas las damas presentes tendrán su momento de gloria en la pista de baile junto al Gran Grasa, que por supuesto se jactará de por vida de ser un "experto bailarín". El Gran Grasa danzará románticamente con TODAS, ya sean solteras o casadas, gordas o flacuchas, lindas o feas.

Cabe destacar que la música preferida del Gran Grasa son las baladas románticas y los boleros, y es por supuesto un gran admirador de Sandro y de Cacho Castaña. Finalizado el baile con todas las jóvenes y no tan jóvenes, el Gran Grasa comienza su proceso de selección mental, hasta decidir a cuál de todas ellas (que esperan ansiosas este momento) invitará a su departamento (en el cual vive con su madre ya mayor y por lo general con alguna discapacidad física propia de la edad senil) a beber una copa, que suele ser de ginebra o de licor de naranja, o bien un aperitivo de vermuoth con limón.

Pasada esta etapa, debemos decir que el Gran Grasa no se coge ni se garcha a las minas: el Gran Grasa les hace el amor. Se los hace lentamente y con música romántica de fondo, hasta quedar finalmente extasiado –al igual que su compañera- momento en el cual enciende su vigésimo sexto cigarrillo del día, inundando la habitación con hedor a tabaco negro.

Más allá de su fama de seductor, y de su excelente y galante desempeño con las mujeres, el Gran Grasa posee otras características:

* Al comenzar una relación formal con una mujer, y luego de haber ingresado a su casa como el pretendiente oficial, el Gran Grasa comienza a mostrar sus hilachas: por ejemplo, organiza un asado en lo de su novia e invita a todos sus amigos del barrio, quienes contratan un micro escolar para acudir todos juntos a la reunión dominguera. Al llegar el bus, el Gran Grasa sale en cuero y short de baño a la vereda, para saludar a los recién llegados, extendiendo y agitando su brazo bien arriba y con el pinche asador en la mano, sonriendo como es habitual en él.

* Volviendo a la relación formal del Gran Grasa, cabe destacar que una de las primeras citas de nuestro personaje con su chica de turno suele ser una velada romántica en su departamento, un domingo, a comer los ravioles o ñoquis caseros preparados por “la vieja”, para luego mirar “la televisión” o alguna película de Olmedo y Porcel que el Gran Grasa jura y re jura, guiñando el ojo, que “es un estreno”.

* El Gran Grasa es por lo general un desocupado más en esta Argentina que nos toca vivir. Si bien tiene un pasado sindicalista que tanto añora y del cual ya ha contado la historia más de un millón de veces, NO es un vago: es simplemente un hombre que no logra o no puede encontrar su lugar dentro del mercado laboral. No tiene trabajo alguno ni sabe realizar ningún oficio. Sin embargo, conciente de que este rasgo de su personalidad podría afectar una relación amorosa con una mujer, el Gran Grasa siempre tiene una explicación convincente para dar. Cuando su nena le pregunta “a qué te dedicás?”, el Gran Grasa, ni lerdo ni perezoso, infla su tórax al máximo y con total seguridad responde: “estoy con un negocio muy groso a punto de salir…”.

* Hablando de política y de "fulbo", el Gran Grasa, fue, es y será un autodenominado muchachón peronacho pero, ojo!, "de los de la vieja escuela", como siempre aclara. Sabe de memoria la marcha peronista y siempre encuentra oportunidad en los bares para cantarla y recordar aquellos tiempos del General (como todavía le gusta llamarlo). El Gran Grasa ES un Nacionalista: que nadie venga a decirle: "en Iurop o en Estados Unidos se vive mejor"... El Gran Grasa nació y morirá en su barrio de Mataderos, en la casa paterna donde se crió y donde todavía rinde homenaje al cuadro "del viejo", quien lo hizo hincha del club de sus amores: Club Atlético Nueva Chicago. Aún conserva esa camiseta de la temporada del '82 con la que vio campeón a su equipo y, a pesar de que su barriga no le permita exhibirla, no hay partido al que no la lleve, orgulloso.

* El Gran Grasa suele almorzar en cantinas de barrio, donde por lo general entra saludando ¡¡¡a los gritos!!! a todos los mozos, que visten uniformes clásicos con moños y servilletas colgadas del brazo y que por supuesto lo conocen por su apodo o bien por su apellido: “qué tal, señor Cacho?” o “cómo dice que le va, López?”. El Gran Grasa suele ordenar casi siempre lo mismo: milanesa a la napolitana con fritas y una copa de vino de la casa, que pueden ser también dos, o a veces hasta tres, acompañado por supuesto con soda de sifón. Pasados los 55 años, el Gran Grasa continuará solicitando el mismo plato, pero pedirá que por favor no le agreguen sal a las papas ya que el médico le dijo que tiene el colesterol alto.
Cuando cae el sol, el Gran Grasa vuelve a acudir a la misma cantina donde ordenará su merienda: un aperitivo de entrada como bien puede ser el clásico licor argentino "LEGUI", acompañado de papas de copetín o un pocillo de aceitunas rellenas con morrón, y sin perder jamás su simpática costumbre del meñique en alto a 90 grados vertical al vaso.
Cuando el Gran Grasa se encuentra sufriendo alguna desilusión amorosa, en general se pide durante la comida directamente la botella de vino entera o un trago “fuertón” de postre, para ahogar así su mal de amor en las aguas etílicas.
Luego del almuerzo (que también puede ser cena), el Gran Grasa toma delicadamente un palillo de madera o “escarbadientes” y retira con él, y con minucioso cuidado, los restos de sustancia alimenticia que han quedado finamente depositados entre sus dientes perfectos. El Gran Grasa permanece con el palillo en la boca durante varios minutos -el cual asoma de su boca visiblemente hacia afuera y moviéndose de arriba a abajo - mientras observa un punto fijo y, reflexivo, piensa en “lo jodido que está todo”. Más tarde, el Gran Grasa retira el palillo masticado, lo deposita sobre el plato y ordena la “adición” al mozo, para luego emprender el regreso a su hogar materno.

Señores y Señoras: levantemos bien arriba nuestras copas por el Gran Grasa! El Gran Grasa ha estado presente en la sociedad argentina desde tiempos muy remotos y, por fortuna para todos nosotros, lo seguirá estando. No existe en el país barrio alguno que no cuente con su propio Gran Grasa, conocido por todos, que es, fue y será el protagonista absoluto del folklore barrial y arrabalero.
El Gran Grasa será por siempre una marca registrada bien argentina, tan argentina como el Mate, el Fútbol de Potrero y el Dulce de Leche.

martes, 20 de octubre de 2009

Azul y la Novia del Rockero

" que me perdonen las fans,
tengo en mi lado la suerte..."
(PEREZA - Backstage)

La novia del rockero tiene una particularidad puntual y genérica: es una cornuda conciente. A la novia del rockero esto no le importa demasiado, ya que desde que ingresó oficialmente a la casa del rockero y conoció a su madre, esto significa que ha dejado de ser una simple groupie. Y dejar de ser una groupie es, para la novia del rockero, MUY importante. Es éste el componente principal de su dignidad y la razón fundamental de su elevado amor propio. La novia del rockero es una cornuda conciente, pero feliz: es la novia del rockero.
A diferencia de las groupies de la banda, la novia del rockero sabe que el rockero usa medias agujereadas y bóxers con dibujitos de todos los colores. Sabe que su madre lo despierta todas las mañanas con el desayuno en la cama y le hace cosquillas en los pies. Sabe que su cama tiene sábanas con motivos típicos de señora vieja, tales como flores en colores pastel o arabescos dorados, o bien con personajes de Disney o de los Looney Toons. La novia del rockero sabe que su novio cena sin chistar con sus abuelos todos los lunes por la noche, que le gusta el guiso de mondongo, que usa Sedal Ceramidas y sérum reestructurador para cabellos secos, que se hace brushing antes de salir, que se cepilla los dientes sólo una vez por día y que se compra pantalones de mujer. Sabe que su novio es eyaculador precoz, que no le gusta dormir desnudo porque se le paspa “ahí” y que su debut sexual fue a los 19 años con una prostituta de 47, en un cabarulo de La Paternal. La novia del rockero ha visto a su novio llorar mientras miraban “Dumbo” por Disney Channel, sabe que detesta las películas de terror, que se impresiona cuando ve sangre y que le tiene una fobia enfermiza a los payasos. De hecho, la novia del rockero siempre recordará que cierta vez, cuando ambos pasaban un fin de semana en el campo, ella salió corriendo dejando al rockero solo en medio de la llanura pampeana, en plena oscuridad nocturna. Luego, escondida detrás de un árbol y emulando lamentos propios de espectros de ultratumba, la novia del rockero fue testigo de cómo su novio rockero entraba en pánico y al borde de un ataque de nervios y a punto de llorar, le dijo: “cortala, boluda, me quiero ir con mi vieja…”. La novia del rockero sabe infinidades de cosas sobre la vida íntima del rockero que las groupies ignoran por completo y que jamás imaginarían de su ídolo. Y eso, ESO, la hace más fuerte y especial, y la diferencia radicalmente de cualquier otra mujer con la que el rockero ha tenido solamente una relación sexual fugaz en el camarín de algún antro podrido o en un telo de mala muerte del barrio de Flores.
A la novia del rockero suele vérsela en los recitales de la banda de su media naranja perdida entre la multitud, sola o con alguna amiga que quiere cortarse las venas con una cucharita por tener que acompañarla a ver a una banda que ni conoce, ni le gusta, ni tiene un tema hitero ni nada de interesante.
La novia del rockero suele entrar en el recinto con el pecho inflado: “la novia del cantante/violero/bajista/batero/tecladista SOY YO pero a los pocos minutos cae en la cuenta de que nadie, ni su propio novio rockero, ha detectado su insignificante presencia. Mientras la novia del rockero se toma el primer Gin Tonic contra la barra del lugar, el rockero en cuestión suele estar rodeado de groupies excitadas que lo tientan con sus escotes pronunciados y sus labios de medusa. La novia del rockero mira la escena tímidamente desde el fondo del local, masticando bronca pero con la certeza siempre presente de que “ustedes querrán curtírselo todo lo que quieran…pero la novia sigo siendo YO”. Dicho esto mentalmente, la novia del rockero se autoconsuela y sigue bebiendo alcohol hasta el cansancio o hasta quedar en un coma alcohólico que claramente nadie notará, excepto el barman, algún patova responsable o algún amigo macanudo de su novio rockero que, como ella, ha ido a ver el show del eventual rockstar.
A la novia del rockero rara vez se le permite ingresar al camarín. El personal de seguridad suele estar estratégicamente entrenado para mantener alejada a la novia del rockero y permitirle el paso únicamente a las gatas que se jactan de ser las fans número uno de la banda en cuestión. La novia del rockero es ahuyentada con excusas incoherentes tales como: “disculpame, no se permite el paso en este momento porque están probando sonido”… (en el camarín) (?) (?) o bien “los chicos están reunidos con un productor muy importante que nos solicitó que despejáramos el lugar”, mientras las groupies eufóricas bailan el “Rock del Gato” en corpiño paradas sobre los sillones apolillados del improvisado camerino. La novia del rockero se rinde y emprende, cabizbaja, su marcha nuevamente hacia la barra, donde beberá su quinto Gin Tonic, esta vez adulterado con cognac o bien con té de tilo para aminorar su rabieta. La amiga de la novia del rockero la sigue resignada, tratando de detectar en el recinto algún elemento cortante para suicidarse o bien para apuñalar reiteradas veces a su amiga, la novia del rockero.
Cuando comienza el show, la novia del rockero saca infinidades de fotos que por lo general le salen movidas, filma varios videos y canta los pocos temas que sabe, mientras vive su fracaso en silencio. Las groupies histéricas que quieren (y van) a curtirse a su novio, la miran de reojo, a veces con superioridad e ironía y otras veces con compasión. No hay que olvidar que la novia del rockero quizá también ha sido groupie alguna vez, que tal vez también ha ocupado el lugar que ellas ocupan ahora y que probablemente fue así como pasó a protagonizar el triste papel que cumple en este momento. Lo importante aquí es destacar que jamás, y bajo ninguna circunstancia, la novia del rockero será mirada con respeto por parte de las fans de su novio (de su novio el rockero).
Al rockero no le importa que su novia quede relegada entre la multitud y sea pisoteada por ésta: su única preocupación es seguir agigantando su ego a través de las adulaciones falsas de sus admiradoras de barrio. Es LA noche, SU noche, ÉL es la estrella y sólo eso importa ahora: ser el rey entre sus nenas y tocar buen rockanroll. Mañana será otro día, otro día en el cual la novia del rockero, ametralladora en mano, lo fusilará con reproches, reclamos, gritos y puteadas, haciéndolo sentir culpable una vez más por la patética situación que tuvo que vivir la noche anterior.
El problema sólo llega cuando la novia del rockero se cansa de los desplantes de su novio y lo manda sin escalas al carajo. Es ahí cuando el novio rockero entra en desesperación y se arrastra cual yarará del Imprenetrable chaqueño, suplicándole a su ex novia que vuelva y, por sobre todas las cosas, temeroso de que ventile a los cuatro vientos aquellas cuestiones íntimas que afectarán de manera directa y total, su pose del rock, arruinando por completo su incipiente carrera.
Pero ya es tarde. La novia del rockero está cansada. La novia del rockero ya está harta de haber sido una boluda durante tanto tiempo. Y, por supuesto, la novia del rockero ya está pensando en escribir una biografía no autorizada en la que relatará, con la mayor cantidad posible de detalles descriptivos y explicativos, todas y cada una de las intimidades más vergonzosas y denigrantes se su ex bichito.

lunes, 19 de octubre de 2009

Azul y el Podrido de la Noche

Hace no mucho me topé con un nuevo personaje de la noche porteña: el Podrido de la Noche o “Podri”.
En realidad, el Podrido de la Noche existió siempre, sólo que antes yo lo había ignorado por completo hasta que me empezaron a llamar la atención sus señas particulares, las cuales veía que se repetían en prácticamente todos y cada uno de los podris.
El Podrido de la Noche es ni más ni menos un rockero relativamente viejo o veterano que jamás traspasó las barreras del underground, ya sea como músico él mismo o como simple seguidor de una determinada banda de rock. Suele tener más de 35 años, alcanzando muchas veces los 40. Por lo general, tienen nombres típicos de la edad, como Rodolfo, Sergio, Norberto u otros, siempre encubiertos bajo apodos rockeros que casi siempre corresponden a nombres de animales.
El Podrido suele ser soltero y rara vez tiene pareja estable, aunque no es extraño que tenga uno o más hijos de relaciones fallidas y claramente sin protección con eventuales parejas del pasado.
El Podrido durante el día tiene un trabajo común y corriente: puede ser empleado en una oficina pública, en una pequeña o mediana empresa u otro cargo similar. Su desempeño laboral no es malo, pero tampoco brillante, por lo que las posibilidades de ascenso son escasas a nulas.
Un día en la vida del podri no tiene nada fuera de lo común: su vida cotidiana transcurre ordinariamente como la vida de cualquier otro ciudadano corriente. Lo que realmente le importa y le concierne al Podrido… es la noche. Cuando baja el sol, el empleado administrativo o trabajador estándar se convierte, cual vampiro, en un depredador nocturno y gatuno que es adorado por unos cuantos, pero aún así ignorado por miles. En este momento del día, el Podrido es finalmente alguien, tiene identidad propia y reconocimiento entre sus pares, tan podridos como él. Aquí su ego aumenta y su autoestima se eleva considerablemente. En este momento, el podrido está en su salsa y se mueve por la vida de los distintos antros porteños como pez en el agua, mientras saluda y es saludado por mucha gente que conoce “de la noche” y que por lo general ignoran quién es el Podrido durante el día. Incluso muchos suelen ignorar su verdadero nombre propio de la década del 60.
El Podrido suelen tocar algún instrumento musical en una banda de rock mediocre que sólo es relativamente conocida en el under, y cuenta con no más de 10 fans, 9 de las cuales son mujeres de delantera generosa y defensa pronunciada.
Las pocas groupies de la banda en cuestión son para el podri MUY importantes. Son ellas quienes inflan su ego, lo hacen sentir un grande dentro del ambiente en el que se mueven y muchas veces son ellas mismas quienes acceden a concederle al podri algunos favores sexuales.
El Podrido suele tener una baja a muy baja performance sexual, debido a sus problemas de erección a causa del abuso del alcohol u otras sustancias químicas no identificadas.
El Podrido consume psicofármacos entre 3 a 5 veces por semana, generalmente en el baño de hombres del antro rockero de moda del cual es habitué y al que por supuesto ingresa sin pagar por ser un viejo amigo de la casa. El consumo de químicos por parte del podri suele ser de público conocimiento ya que éste no escatima en informar que “me voy a drogar un poquito al baño…ya vengo” o bien “voy al baño a…emm…a eso mientras le guiña el ojo a las groupies de turno o al amigo compinche, que generalmente es un adolescente de no más de 25 años, que ha tomado al Podrido como un claro ejemplo de lo que se debe llegar a ser en la vida. Este adolescente que suele acompañar al podri cual Robin a Batman es un rockero novato, pero, por supuesto, un potencial Podrido de la Noche.
Sin embargo, y volviendo al tema del consumo de estupefacientes, durante una charla con el Podrido cuando éste se encuentra bajo los efectos de alguna sustancia equis, podemos llegar a descubrir que, en realidad, el consumo de drogas y alcohol por parte del podri es más bien reciente: lo hace desde hace uno o dos años, no muchos más. Antes de ser un Podrido era simplemente un joven adulto con una necesidad imperiosa y desesperada de convertirse en alguien con personalidad para aumentar su baja autoestima. Por eso es que en pocos años ha sabido alcanzar récords impensados de sobredosis varias. Y de ahí que de la noche a la mañana ha logrado la temeraria hazaña de convertirse en un Podrido de la Noche con Certificado Oficial.
Volviendo a la sexualidad del Podrido, éste rara vez practica el sexo oral. Si lo hace, todos sus amigos podridos se enterarán: “no sabés lo que le hice a esta pendeja la otra noche!” grita eufórico, señalando con el dedito y con total impunidad a una rubia platinada, que por supuesto es una groupie de su propia banda o de la banda de un amigo también podrido. O bien comenta que “no sabés la chupada que me pegó está pendeja! Altaaa peeerrrrrraaaaaa…” mientras los otros podridos reunidos a su alrededor aplauden y ríen a carcajadas ante tan descabellada anécdota.
Reconocer al Podrido en la noche porteña es simple: por empezar, solemos encontrarlo en recintos rockeros del palo, podridos como él, con un hedor nauseabundo concentrado en el ambiente, compuesto por los aromas propios del cannabis rancio, el alcohol chino vencido y el vómito, y acentuado por una importante humareda de cigarrillo que yace cómoda en el aire desde hace varias décadas. Más allá del antro, y volviendo al Podrido que nos concierne, diremos que sus 35-40 años se evidencian por su pelo entrecano o sus arrugas incipientes. Se viste a la moda rockera, simulando que tiene veintitantos años. Es más bien flaco y no tiene músculos: su cuerpo es más bien un saco de huesos, consecuencia clara del uso y abuso de las drogas y el líquido etílico, y el poco estado físico propio de una vida nocturna crónica plena de excesos. Infaltable el vaso de whisky barato en una mano y el cigarrillo de tabaco o marihuana en la otra, rodeado de mujeres más bien feas pero muy maquilladas, mientras sonríe y habla sin parar, contando todas las anécdotas que ha vivido desde que es oficialmente un Podrido.
No es extraño que de vez en cuando el Podrido caiga en un profundo pozo depresivo. Los motivos suelen ser de diversa índole: la soledad, el arrepentimiento o remordimiento por su declarado estilo de vida podrido, el sentimiento de fracaso, los hijos que su ex novia no le deja ver, la viola que no se puede comprar, la groupie que no se puede cepillar, entre otros varios. En estas ocasiones, el podri suele desaparecer de los antros que generalmente frecuenta y es posible que elabore en su mente traintañera podrida ideas suicidas de diverso tipo. Mientras, consume en exceso drogas ilegales o medicamentos varios (como antidepresivos o bien Viagra) mezclados con alcohol barato adquirido en algún supermercado chino. El Podrido suele pasar varios días inconciente y agónico, tirado en el piso de su monoambiente, sin que nadie sepa de él. Pero a pesar de esto, el Podrido sobrevive, ya que siempre hay un amigo menos podri que casualmente lo encuentra en ese estado y ayuda al gran Podrido a salir victorioso del impasse, para luego volver a las pistas, donde lo esperan el whisky, las drogas, las mujeres excitadas y, por supuesto, el buen rockanroll…

Azul y los Festivales de Rock

La tan recordada crisis del 2001, sumada a la llegada de un nuevo siglo, significó una importante alteración en las costumbres argentinas vigentes hasta el momento.
Una de ellas es la que nos concierne en este post.
Hace ya varios años que se vienen llevando a cabo en nuestro país, con especial preferencia en la ciudad de Buenos Aires, una serie de eventos multitudinarios que con el correr del tiempo han sido germen de especímenes sociales muy particulares.
Hablamos de los mega festivales multitudinarios de rock/pop.
Dichos eventos suelen contar con el sponsoreo de la voz rockera de Mario Pergolini, se transmiten en vivo y en directo por “La Viola” (cuya conducción está a cargo del pintoresco Bebe “rugbier fofo” Cantimpalo) y están sujetos a la potencial asistencia VIP de las neo-rockers blondas Jazmín De Grazia y Virginia Da Cunha (más conocida como “la rubia de Bandana”), entre otros personajes.
Es universalmente conocido que quienes concurren a este tipo de eventos poseen una serie de características comunes, a saber:
* Portan con orgullo y un marcado matiz de ridiculez un corte de pelo cool, compuesto por pirinchos parados embadurnados de pasta dental, o bien por un importante flequillo, que puede ser recto o al costado, indistintamente.
* Cargan bolsos de tamaño extra large, como morrales o mochilas. Estos pueden tener apliques barrocos diversos, tales como pines de las bandas de rock de moda que suenan en la Rock & Pop, muñequitos varios (los más vistos suelen ser los muñequitos estilo vodoo que pueden adquirirse en galerías especializadas como la Bond Street), retazos de tela de peluche, plumitas, entre otros accesorios variopintos.
* En general, estas personas suelen trabajar como empleados en locales comerciales, en su mayoría de indumentaria, o bien en puestos en distintas ferias de diseño. Muchos otros suelen trabajar en call-centers, en empresas de telefonía celular o, en menor medida, en entidades bancarias. En líneas generales, sus sueldos suelen ser de entre $ 1500 – $ 2000, como mucho, pero estas personas están absolutamente dispuestas a abonar una entrada promedio de $ 150 porque “Cerati lo re vale” o “Primal Scream no viene todos los días”, si bien avistarán a estos artistas desde una distancia no menor a los 300 metros y apenas oirán los acordes de la viola principal.
* Generalmente, esta gente avisa a todos sus amigos/conocidos sobre su concurrencia al mega evento de turno vía su nick de MSN o Feisbuc. Se leerán frases informativas tales como “hoy a romperla con los Pet Shop Boys!!!!!!!!!” o “hoy explota el Caca Fest!!!!!!!!!!!!”, entre otros, siempre con los signos de admiración repetidos en demasía.
* Los individuos del sexo masculino que practican la heterosexualidad suelen tener erecciones de solo pensar que Jazmín De Grazia se encuentra en el VIP del evento, alejada de la plebe que abonó la entrada normal cuyo valor es siempre exageradamente elevado.
* Si alguno se pierde dentro del predio, o bien decide alejarse de su grupo de pertenencia para ver a una determinada banda, avisa por supuesto a todos sus amigos vía mensaje de texto: “estoy rockeando en la Carpa Motorola Fuckin’ Rockstar” o “explota la Nokia VIP Freakies Tent! T veo en el puesto de Boli-patys q está a la entrada, al costadito”.
* Estas personas, en general los más púberes, han obtenido con relativa facilidad el permiso oficial de mamá y papá para concurrir al evento. Mientras éste se lleva a cabo, sus progenitores descansan tranquilos en casa sabiendo que sus bebotes adolescentes están “pasándola lindo” en “ese concierto que sale por la tele, donde van todos los chicos a ver a los conjuntos”.
* Infaltables las cámaras fotográficas digitales para tomar las fotos típicas con pose rockera o haciendo puchero (en el caso de las mujeres) que luego subirán a sus Fotologs o, en tiempos más recientes, a sus perfiles de Feisbuc, informando a todos sus contactos sobre cómo explotó el megaevento, sobre cómo la rockearon mal o sobre cómo la rompió una determinada banda extranjera que ya pasó de moda en el mundo entero, y que sólo puede venir a presentar sus shows veteranos a la República Argentina de Sudaquia.
* Otros fetiches infaltables durante la jornada: anteojos de sol vintage (usados hasta bien entrada la noche), Converse All Star, pantalones chupines y calzas, entre otras prendas y accesorios de moda.
* Estos eventos son ideales para ver a todas las bandas de moda en vivo en un mismo fin de semana y así extender su insulso repertorio musical. “Ubicás a la banda Las Pantis de la Tía Maruca? “Seee, obvio, los vi en vivo en el Maraca Fest!!! La rompen…”.
* Para concluir, aunque podría estar todo el día enumerando las características identificatorias de estos personajes, y como información adicional, cabe destacar que quienes asisten a estos festivales son los mismos que pusieron “AGUANTE DELPO!” en sus nicks de MSN o Feisbuc cuando Del Potro (desconocido hasta hacía dos semanas atrás) ganó el Iu Es Oupen; o bien “Negra, tu música sonará x 100pre” el día que murió Mercedes Sosa o “Chau, puto lindo” el día que falleció Fernando Peña.
Se han reportado también casos de algunas de estas personas que pusieron frases tales como “Increíble el recital de Arjona!!!” o “Vamos aclarando el panorama que hay pingüinos en la cama por el frío que provocas” en sus nicks, luego de haber asistido al recital del guatemalteco machista o después de haber sufrido una desilusión amorosa, respectivamente, reconfirmando así la falta de criterio reinante en este simpático nicho social.

domingo, 18 de octubre de 2009

Azul y las Chicas Bien

Hablando por MSN con mi mejor amiga, llegamos a la conclusión de que nos caen muy, pero muy mal las Chicas Bien.
"Bien" en el sentido de que nacieron y fueron particularmente educadas para tener una vida "bien".
La Chica Bien es fácilmente identificable: por lo general son rubias, de pelo largo, más bien lacio, residen en Zona Norte o algún barrio paquete de la Capital Federal. Recibieron una fuerte educación católica en un colegio privado de mediana o alta alcurnia. Se visten sobriamente con ropa de marcas tales como Paula Cahen D'Anvers o Akiabara, usan carteritas elegantes y generalmente no usan zapatillas, sino chatitas o "ballerinas". Estudian carreras importantes en universidades privadas pero, más allá de esto, han sido criadas para ser, por sobre todas las cosas, madres perfectas y excelentes esposas de algún muchacho minusiosamente seleccionado por la Chica Bien o su familia.

Este breve análisis (que será ampliado más adelante) surgió a raíz de la siguiente conversación entre dos retardadas mentales (a saber: quien les habla y mi amiga, cuya identidad no daré a conocer por el momento, por razones de seguridad y protección de su integridad física y moral):

A: dame tu opinion personal.
no te da bronca la cara de esta mina?
XXX envía C:\Documents and Settings\ChachiChachi\Mis documentos\Mis imágenes\naboletis.jpg
es la novia de xxx.
Se completó la transferencia de "naboletis.jpg"

X: no sé si bronca...
pero tiene cara como de...
no sé... como que llega a la casa y le hace la cena al novio y comen postre (casero, obvio) y le hace avioncito y le da en la boca y cuando se acuesta lo abraza y duerme con una sonrisa en el rostro...


A: foto foto foto tin
eso me transmite su cara

X: sí, sí, también, obvio... y seguro que el 70% se las saca con xxx y dándole un beso.

A: claro, claro
onda:
"holaaa, mi amorrrrrrrrr..." (trompa-puchero-beso)

X: ay síiiiiiiiiiiiiiii
totalmente

A: UNA MAL COGIDA
FRIGIDA

X: y van a Mc Donald's y ella va a buscar mesa y cuando él la busca para sentarse, ella se levanta y extendiendo el brazo dice "acá, amor! acá, vi!" (vi = vida)

A: "meníiiiiiiiii, gooooorrrrrrrrr"
van al cine: ella: carterita, zapatitos...hacen la cola...le apoya la cabecita en el hombro...

X: AYYYYYYYYYYYY
SSSSSSSSSSSSIIIIIIIIIIII


A: Y LO AGARRA DE LA MANO PARA IR A TOOOOOODOS LADOS

X: te olvidaste del brillito labial.

A: ay síiiiiiiiiiiiiiiiiiiii
yo hombre, una mina así no me erecta la marsopa pero ni a ganchos...

X: ay, pero nooooooooooooooo
o por lo menos a simple vista... capaz que se suben al auto y se la va chupando hasta que llegan a la casa, eso nunca se sabe...

A: no, xxx me dijo que no.
no le gusta ir arriba a ella.

X: perrrrrrrrrrdóoonnn...?
listo, no digas más nada.
y xxx sale con una mina que juega a ser muertita?!?!?!?!
que ni se la chupa ni se le sube?!?!?!

A: pero dijo que la va a cagar toda la vida.
eso pasa en los estratos sociales altos, cachai...

X: entonces para qué...?
por eso cuando conocen a una mina normal que les pega una buena garchada dejan a la mujer e hijos y se van atrás de la concha nueva.
ahora me cierra cómo es la vida de la clase alta...

A: exacto.

X: pero boluda, igual, para qué???

A: son caretas.
son así: familia perfecta, mujer lindita, hijitos, Disney World, Pinamar, cuntry, Ford Focus (garcha) y foto.

X: sí, bueno...pero después se terminan cagando entre ellos.

A: lógico.
en las fotos están siempre montados...ella a upa de él.

X: qué irritante, Dios.
yo con xxx si tengo 2 fotos es mucho.
es más, tengo sólo una.
y debe haber un par más de algún cumpleaños que las tiene la hermana.

A: jajaja
yo tenía, pero no salía con cara de vírgen candente.

X: me mató el término de vírgen candente.
pero cogen poco o no cogen directamente?

A: es cara de "soy pseudovírgen, no me gusta hablar de senso, me da asquito la poronga, pero cuando mi novio me da un piquito me mojo, hago puchero y pongo voz de bebota gata"...

X: y seguro que usa ropa interior rosa.

A: mmm
mirá que yo uso ropa interior rosa y de algodón.
pero no soy así.

X: pero vos sos una zorra antipática caradeorto.
ella no.
hay formas y formas de saber llevar la ropa interior rosa.
y vos siendo así pelás y bueno...
ES OFICIAL: AZUL SABE CÓMO USAR ROPA INTERIOR ROSAAA
pero ella no deja de ser una boluda.

A: TOTALMENTE

X: BIEEEEEENNNNNN

A: me mató lo de zorra antipática y chachi chachi.

X: jajajajajajaja
era hora de que lo sepas.

A: jajajaja
me gusta serlo, eh...me gusta.
prefiero serlo antes que ser una vírgen cornuda.
toda la vida me quedo con el papel de zorra.

X: por supuesto.
ya te vas, zorra.
(me encanta la palabra "zorra")

A: A MI TMB!

X: zorra
mañana me contás un cuento?

A: bueeno
me voy, zorra.

X: chau, zorra.