lunes, 2 de noviembre de 2009

Azul y el Joven Profesional Exitoso

El Joven Profesional Exitoso podría llegar a ser confundido por algunos como un simple New Rich: ERROR. NADA MÁS ALEJADO DE LA REALIDAD. Quienes hayan osado catalogar a estos individuos como tal, déjenme decirles que están meando completamente fuera del tarro. No saben nada. El Joven Profesional Exitoso es otra cosa, es algo radicalmente diferente.

Por empezar, hay una diferencia puntual y abismal: el Joven Profesional Exitoso, si bien goza de una buena posición económica y posee un estatus social elevado a elevadísimo, esto de ninguna manera surgió de la noche a la mañana: fue así desde la cuna. En la mayoría de los casos, el Joven Profesional Exitoso proviene de una familia “bien” de clase media o media alta. El Joven Profesional Exitoso no fue un simple pibe de barrio que de un día para el otro obtuvo éxitos únicamente en el ámbito económico. El Joven Profesional Exitoso ha obtenido victorias en todos los aspectos de su vida. En TODOS. Es, tal y como lo indica su nombre, un tipo exitoso. Y lo sabe.

Desde su nacimiento, el Joven Profesional Exitoso, al igual que la Chica Bien (Ver: Azul y las Chicas Bien), ha sido criado para tener una Vida Bien. Ha recibido una excelente educación en colegios privados y ha sido preparado por sus propios padres desde muy pequeño para triunfar en la vida a nivel personal y, por sobre todas las cosas, profesional. Desde chico se le han inculcado valores tales como la familia, la cultura, los modales, el buen gusto y el estilo. El Joven Profesional Exitoso es un tipo con clase. Lo lleva en la sangre.

Terminada la escuela secundaria, el Joven Profesional Exitoso no vaciló (no le fue permitido hacerlo) en estudiar una carrera universitaria importante, de esas que hacen enorgullecer a cualquier padre una vez recibidos sus hijos. El Joven Profesional Exitoso estudiará en la mayoría de los casos carreras tradicionales como Medicina, Derecho, Arquitectura, Ingeniería y otras de ese estilo.

Durante su etapa universitaria, el futuro Joven Profesional Exitoso se avocará casi exclusivamente a su carrera: obtendrá notas sobresalientes en todas las materias y rara vez desaprobará un exámen. El Joven Profesional Exitoso ha nacido para triunfar.

Como complemento de sus estudios, y para no convertirse irremediablemente en una rata de biblioteca, el futuro Joven Profesional Exitoso practicará algún deporte como rugby, tenis, yachting, canotaje, o similares. Es éste uno de los motivos por los cuales sólo beberá alcohol en ocasiones muy puntuales y en general no será partidario del tabaquismo. Ni hablar de las drogas: el Joven Profesional Exitoso será un enemigo acérrimo.
Por supuesto que hay excepciones a la regla, en especial durante lo años universitarios: no será extraño que el futuro Profesional concurra a fiestas en casas de sus amigos del colegio, del club o de la facultad, y se emborrache luego de beber algunos mililitros de cerveza. En general, se tratará de un pedo un tanto mentiroso y de esos que convierten a la persona en un ser humano irritante: el futuro tipo exitoso hará fondo blanco con su lata de Quilmes, como todo un hombre, y, consecuencia de la pequeña deshinibición que sentirá (debido a su poca costumbre de beber sustancias etílicas), comenzará a hablar hasta por los codos con total dificultad, tratará de propasarse con las jóvenes presentes (quienes no pondrán resistencia, pero con las cuales muy raramente mantendrá relaciones sexuales) y quizá termine vomitando en alguna maceta. Es probable que durante estas fiestas el joven fume uno o dos cigarrillos, tomándolos con el dedo pulgar e índice por el filtro, y atorándose con el humo, que por supuesto no tragará, reiteradas veces, lo cual intentará torpemente de disimular. Pero esto no importa y de ninguna manera lo pondrá en riesgo de adquirir vicio alguno ni arruinará su prometedora carrera y vida futura. Al contrario. Todo formará parte de su escaso repertorio de anécdotas picarescas y juveniles que en el futuro les contará a sus amigos o por qué no a sus hijos, riendo a carcajadas y demostrando que él también ha sido un joven rebelde alguna vez (contadas veces, para ser más exactos).

Ya graduado en la carrera elegida, el ahora sí Joven Profesional conseguirá, en muchas casos por contacto, un trabajo excepcional que le significará un importante sueldo que se irá incrementando de manera considerable a lo largo de los años, hasta convertirse finalmente en un Profesional Exitoso con total autonomía, sin la necesidad de trabajar en relación de dependecia.

Así, a los 30 y pico de años, el Joven Profesional Exitoso estará en la cima de sus éxitos, si bien estos podrán continuar a lo largo de toda su vida: contará con un título universitario obtenido con méritos - y será altamente reconocido por esto -, un trabajo perfecto y por de más redituable, estará felizmente casado con una Chica Bien muy mona de su mismo estrato social, tendrá varios “chicos”, vivirá en una chalé envidiable (generalmente, en countries o en barrios paquetísimos de Zona Norte o Capital Federal), poseerá un auto de alta gama, un Golden Retriever y veraneará en familia en lugares de alta alcurnia como Pinamar, Punta del Este o Miami, casi sin excepción. Por supuesto visitará Europa regularmente, pero generalmente aquí será acompañado sólo por su mujer, mientras los niños quedarán a cargo de mucamas o baby-sitters.

En cuanto a su relación con el sexo femenino, el Joven Profesional Exitoso será por siempre un galán, independientemente su sex appeal, del muy pocas veces gozará. El Joven Profesional Exitoso es un caballero: nadie sabrá tratar a las damas como él. Es aquel hombre que levanta, a su paso, suspiros en todas las mujeres. Incluso hasta las inhibirá. Y, como todo, esto también lo sabe.

Hay una hilacha de la cual el Joven Profesional Exitoso jamás podrá escapar: irremediablemente tendrá una mujer cornuda, por una razón muy simple: la perfección en todos los aspectos de su vida hará que muchas mujeres caigan rendidas ante él haga lo que haga o diga lo que diga, ya que el Joven Profesional Exitoso será para muchas precisamente eso: el espejo de la perfección. Y, como la carne es débil y su mujer frígida, accederá a conceder los deseos de muchas. Pero estas serán de por vida sólo sus amantes para salir de trampa una vez por semana o para hacer algún viajecito clandestino muy de vez en cuando, argumentando ante su mujer un viaje de negocios. A pesar de esto, el Joven Profesional Exitoso jamás cambiará a su mujer y a su familia pefecta por estas golfas, ya que su mujer (ex Chica Bien y conciente de ser una cornuda importante) constituye una codición fundamental para que su vida sea un paraíso. No así sus amantes. El tipo es vivo.

La frigidez de su mujer es también una característica particular del Joven Profesional Exitoso. Debido a este trastorno sexual femenino típico de chica de doble apellido, el Joven Profesional Exitoso jamás contará con una vida sexual plena y excitante. Sus relaciones sexuales serán básicas y la razón de ser de éstas será la mera reproducción. No existirán las piruetas de ninguna clase, las posiciones estrambóticas ni mucho menos el sexo oral, si bien se morirá inutilmente por tenerlo.
El sexo un poco más picante lo tendrá con sus amantes, a quienes les interesa únicamente la billetera del tipo y por eso, y concientes de que estos mucachos en general tienen una experiencia rala en la materia, no se esmerarán demasiado como sí lo harán tal vez con otro tipo de hombres. Estas mujeres saben que con muy poco obtienen lo que quieren (dinero y bienes materiales varios), porque están ante la presencia de un pseudovirgen irremediable.

Hasta este punto, todos son pétalos (casi). Pero he aquí la subjetividad de mi relato: creo que no hay especie de persona que me moleste más. Es más, debo decir que los detesto.

Hace un tiempo trabajé en una empresa en la cual muchos de nuestros clientes pertenecían a esta especie: los odiaba. Me sacaban de quicio, ya que todo lo expuesto anteriormente era, según ellos, suficiente para que el Joven Profesional Exitoso se paseara por los caminos de la vida con una soberbia, una pedantería y un sentimiento de superioridad difícil de soportar. No cabía en ellos la posibilidad de que alguien, y mucho menos una mujer joven, los viera como simples mortales. Ellos son exitosos y nunca deberán pasar desapercibidos, estén donde estén: nadie deberá ignorarlos ni ignorar sus triunfos. Deberá en todos los casos despertar la admiración y, por qué no, la envidia. Cuando alquien pasa por alto todo esto, porque claramente no despierta su más mínimo interés, el Joven Profesional Exitoso se pone furioso. Y se nota, por más que intente disimularlo.

Porque ahora bien, el tema es el siguiente: ¿Qué me importan a mí todos tus logros en la vida y tu estatus social si sos pelado casi en el 50% de tu cabeza, tenés panza de pachorra oficinista, no tenés onda y ni siquiera sos fachero? Porque, no me pregunten por qué, en general son todos así. El Joven Profesional Exitoso igual a Johnny Depp sólo existe en las películas. Sépanlo. Los de la vida real son físcamente un desastre sin solución. No sé si feos es la palabra acertada: son sólo insulsos. No dicen nada. Y no hay vuelta que darle, por más que vistan un traje de etiqueta o un outfit informal o deportivo de marca y se paseen por las calles de la ciudad a bordo de un Mercedes Bénz, inundando el aire con el más caro y fino perfume francés. NO - DICEN - NADA. ¿Billetera mata galán? No. Bajo ninguna circunstancia. Perdón.

Permíntanme poner un ejemplo:

Teníamos un cliente que era terrible: era un gordito con cara redonda y fofa, medio petisón, medianamente pelado y con cero onda, si bien era relativamente joven (treinta y algo), pero...era un Joven Profesional Exitoso. Esto bastaba para que el gordito entrara en la oficina haciendo alarde de su perfume de galán hollywoodense, con su infaltable notebook a cuestas y una sonrisa seductora malísima, ante la cual inexplicablemente mis compañeras de trabajo se hacían pis de la emoción. Como este caso teníamos miles: algunos más gordos o más flacos (aunque la panza de pachorra salida por encima del cinturón se daba en la gran mayoría de los casos), algunos con más o menos pelo, pero todos estaban cortados con la misma tijera. TODOS. Ni una sola excepción he llegado a conocer.

Volviendo al Joven Profesional Exitoso del cual les hablé, el tipo se creía que, aparte de ser un langa total, se las sabía todas. Todo esto únicamente por lo que expliqué más arriba: por su mega título universitario, su importantísima situación laboral, su familia de comercial de cereales y la mar en coche.

Era, además, un pajero asqueroso con una obsesión enfermiza por el sexo. Siempre tenía alguna boludez con doble sentido para decir, mientras guiñaba el ojito.

Una vez vino a la oficina (no recuerdo por qué motivo) y lean por favor lo que contó: “presenciar un parto es una de las cosas más maravillosas del mundo…ver los labios de la vagina como se abren…es algo hermoso.”. Claro, fue la primera vez que vio una "vagina" (Dios, como detesto esa palabra) en vivo y en directo y a la luz del día. Sino no logro comprender cómo carajo a alquien le puede parecer maravilloso ver a una mina en ese estado, despeinada, sin maquillaje y transpirada, pegando alaridos y toda ensangrentada, mientras un bebé horrible y muy similar a un alienígena sale de ahí. ¡No me jodan! ¡Es un espanto! Yo lo escuché, fui al baño a vomitar, agarré un cuchillo de cocina, intenté cortarme las venas, me frené a mí misma, salí para clavárselo directamente a él en la yugular, pero me contuve. No sé cómo. Pero me contuve y no lo asesiné. Simplemente me conformé con pensar: "Qué asco, sos un gordo hijo de re mil puta.".

En otra oportunidad vino con su notebook, la encendió y, bien de pajero virgen, nos empezó a mostrar fotos con distintas posiciones del Kama Sutra (que seguramente se las había mandando por cadena de mail algún otro Joven Profesional Exitoso pajero y pelotudo como él), mientras hablaba de sexo como si fuera el sexólogo más experimentado del país. Cuando se fue, levanté la cabeza y desde mi escritorio les dije a mis compañeras: “Este gordo jeropa la puso por primera vez a los 24 años, en el último año de la facultad, le re cabió y ahora se piensa que garchar es lo más groso del mundo. Es un instinto humano, gordo, lo hacen todas las personas, qué te venís a hacer…hijo de puta… De qué sexo me venís a hablar, gordo, si en tu vida te habrán hecho un pete como corresponde…”. Apuesto a que el barra brava más cabeza de Tigre o un camionero se garchan minas mejor que él. Por lo menos, mis compañeras se rieron. Y un poco que hasta me dieron la razón...
Qué bronca me daba. Cómo lo detestaba. No se pueden imaginar. Y eso que era bastante simpático, eh.

Este caso es sólo el primer ejemplo que me viene a la mente de tantos otros que hay en el país. El problema es que somos muy pocas las personas que no los endiosamos y muy pocas las minas a la cuales nos importa realmente tres carajos la espectacularidad de su vida. Hay que hacer algo. Hay que detener su soberbia maquiavélica. Hay que denigrarlos las mayor cantidad de veces que podamos. ¡Hay que frenar el avance de estos imbéciles!

Y lo más triste es que veo esto muy poco probable, mientras los argentinos sigan siendo tan, pero tan pelotudos...

1 comentario:

Martín dijo...

Se cuentan por miles... les cabe la silla eléctrica, o casi